CAPÍTULO SEGUNDO

DESCRIPCIÓN GENERAL DEL ÁMBITO DEL PLAN

2.1.- ÁMBITOS SUPERFICIAL, ADMINISTRATIVO Y DE GESTIÓN 

Le corresponden las siguientes láminas:

2.1.1.- Ámbito superficial

De acuerdo con lo establecido en el apartado 1.2., corresponden al Plan Hidrológico los territorios siguientes*:

Superficie de la cuenca del Ebro en el ámbito del Plan:

Superficie total de la cuenca del Ebro 85.001 km2
A descontar: Cabecera francesa del Segre 452 km2
Cabecera andorrana del río de la Llosa 7 km2
Cabecera andorrana del Valira 437 km2
Cabecera francesa del Irati 54 km2
Subtotal: Superficie española de la cuenca del Ebro 84.051 km2
 

* De acuerdo con las mediciones efectuadas con el G.I.S. del Ebro sobre planos a escala 1:50.000, las superficies varían ligeramente respecto de las consideradas en las anteriores versiones del documento, obteniéndose los resultados siguientes:


Superficie de la cuenca del Ebro en el ámbito del Plan:

Superficie total de la cuenca del Ebro 85.362 km2
A descontar: Cabecera francesa del Irati 451 km2
Cabecera andorrana del río de la Llosa y cabecera andorrana del Valira 445 km2
Cabecera francesa del Irati 51 km2
Subtotal: Superficie española de la cuenca del Ebro 84.415 km2
Territorio de otras cuencas en el ámbito del Plan:
Cabecera del Garona 556 km2
Cabecera del Gave d'Aspe 15 km2
Cabecera del Gave de Sainte Engrace 7 km2
Cuenca de Gallocanta 541 km2
Subtotal: Superficie de otras cuencas en el ámbito del Plan 1.119 km2
TOTAL: Superficie del ámbito del Plan del Ebro 85.534 km2


Territorio de otras cuencas en el ámbito del Plan:
Cabecera del Garona 548 km2
Cabecera del Gave d'Aspe 15 km2
Cabecera del Gave de Sainte Engrace 7 km2
Cuenca de Gallocanta 554 km2
Subtotal: Superficie de otras cuencas en el ámbito del Plan 1.124 km2
TOTAL: Superficie del ámbito del Plan del Ebro 85.175 km2

El límite superficial de la cuenca del Ebro no coincide con la divisoria de aguas subterráneas, existiendo trasvases subterráneos significativos. Destacan los siguientes:

  • La cabecera del Ésera, que se drena por el Garona (vertiente Atlántica).
  • La cabecera del Esca, que se drena por el Gave de Sainte Engrace (Francia, vertiente Atlántica).
  • Parte de la cabecera del Ebro en Fontibre, que drena hacia el Saja-Besaya (Cantabria, vertiente Atlántica).
  • La cabecera del Bergantes y el Montsiá, que drenan directamente al mar Mediterráneo.
  • Parte de la cabecera del Najerilla, que se drena por el río Arlanza (cuenca del Duero).

Por otra parte, existen entradas subterráneas de otras cuencas a la cuenca del Ebro, siendo las más significativas:

  • La fuente de Cella, nacimiento convencional del Jiloca, con parte del área de recarga en las cuencas del Tajo y Guadalaviar.
  • El manantial de Vozmediano, nacimiento del Queiles, que drena parte del acuífero del Araviana, en la cuenca del Duero.
  • El manantial de Aranda del Moncayo, que drena parte de la cuenca media del Araviana.

2.1.2.- Ámbito administrativo

El ámbito administrativo del Plan Hidrológico se extiende sobre 9 Comunidades Autónomas y 18 provincias. En el cuadro y gráficos siguientes* se refleja la participación de cada provincia y comunidad autónoma en el ámbito del Plan y, recíprocamente, la importancia territorial y poblacional del ámbito del Plan en las provincias y comunidades autónomas.

Ver gráficos


* Según los datos obtenidos del G.I.S. del Ebro.


COMUNIDAD AUTÓNOMA

Participación de cada provincia en el ámbito del Plan

Parti. del ámbito del Plan en cada prov.

Provincia

Superf.(km2 y %)

Población (habit. y %)

Superf.

Pobl.

CANTABRIA

775,4

0,91%

21.237

0,76%

14,66%

4,00%

CASTILLA-LEÓN

Burgos

Palencia

Soria

8.124,9

5.307,6

38,5

2.778,8

9,50%

6,21%

0,05%

3,25%

97.752

82.441

84

15.227

3,49%

2,95%

0,00%

0,54%

8,63%

37,09%

0,48%

27,01%

0,06%

23,18%

0,05%

16,18%

LA RIOJA

5.050,7

5,90%

267.943

9,58%

99,78%

100,00%

PAÍS VASCO

Alava

Guipúzcoa

Vizcaya

2.680,7

2.574,6

45,2

60,9

3,13%

3,01%

0,05%

0,07%

242.314

241.028

0

1.286

8,66%

8,61%

0,00%

0,05%

36,92%

84,49%

2,26%

2,75%

11,49%

87,18%

0,00%

0,11%

NAVARRA

9.227,4

10,79%

495.566

17,71%

88,55%

91,41%

ARAGÓN

Huesca

Zaragoza

Teruel

42.076,3

15.676,5

17.196,2

9.203,6

49,19%

18,33%

20,10%

10,76%

1.172.226

218.907

861.329

91.990

41,89%

7,82%

30,78%

3,29%

88,30%

100,00%

100,00%

62,25%

95,99%

100,00%

100,00%

65,09%

CASTILLA-LA MANCHA

Guadalajara

1.117,9

1.117,9

1.31%

1,31%

2.116

0,08%

1,41%

9,17%

< 0,01%

1,42%

CATALUÑA

Barcelona

Girona

Lleida

Tarragona

15.634,4

113,7

252,0

11.602,5

3.666,2

18,28%

0,13%

0,29%

13,56%

4,29%

493.689

626

9.795

350.443

132.825

17,64%

0,02%

0,35%

12,52%

4,75%

48,96%

1,47%

4,28%

96,46%

58,35%

8,98%

0,02%

1,88%

97,42%

24,40%

C.A. VALENCIANA

Castellón

846,5

846,5

0,99%

0,99%

5.357

0,19%

3,63%

12,67%

< 0,01%

1,20%

TOTAL

85.534,2

100%

2.798.200

100%

2.1.3.- Juntas de Explotación

A los efectos de explotación de los sistemas hidráulicos la cuenca está dividida en 17 Juntas de Explotación. En cada una de ellas se integran las subcuencas o partes de subcuencas cuyos aprovechamientos pueden tener interacciones mutuas, si bien en algunos casos, se integran en una junta subcuencas con aprovechamientos independientes.

Dichas Juntas de Explotación son las siguientes:

Junta de Explotación nº 1, Cabecera del Ebro:

Abarca las cuencas del Rudrón, Oca, Oroncillo, Nela, Jerea, Omecillo y el Eje del Ebro hasta la cola del embalse de Mequinenza.

Los aprovechamientos consuntivos más significativos son los correspondientes a los Canales de Lodosa, Tauste e Imperial.

Junta de Explotación nº 2, Cuenca del Najerilla:

Abarca, como más significativas, las cuencas del Tirón-Oja y la del Najerilla, siendo los canales del Najerilla el aprovechamiento consuntivo más significativo. Es asimismo muy importante el aprovechamiento de aguas subterráneas en la cuenca del Oja principalmente.

Junta de Explotación nº 3, Cuenca del Iregua:

Abarca, como cuenca principal la del Iregua. Los aprovechamientos consuntivos más significativos son los riegos del bajo Iregua y el abastecimiento de Logroño.

Junta de Explotación nº 4, Cuencas afluentes al Ebro desde el Leza hasta el Huecha:

Abarca como cuencas principales las del Leza, Cidacos, Alhama, Queiles y Huecha. En su ámbito se encuentran elevaciones de los canales de Lodosa e Imperial.

Junta de Explotación nº 5, Cuenca del Jalón:

Abarca toda la cuenca del Jalón. Los aprovechamientos consuntivos más significativos son los regadíos del medio-bajo Jalón. En parte, alguno de sus aprovechamientos se nutre también desde el Canal Imperial de la J.de E. nº 1. Son significativos los aprovechamientos de aguas subterráneas en la cuenca del Jiloca y en la zona de Alfamén.

Junta de Explotación nº 6, Cuenca del Huerva:

La cuenca de este río es la más significativa. Algunos de sus aprovechamientos se nutren también desde el Canal Imperial.

Junta de Explotación nº 7, Cuenca del Aguas Vivas:

Abarca principalmente las cuencas del Aguas Vivas y Ginel cuya aportación procede del manantial de Mediana.

Junta de Explotación nº 8, Cuenca del Martín:

Abarca principalmente la cuenca del Martín, muy influenciada por las aguas subterráneas.

Junta de Explotación nº 9, Cuenca del Guadalope:

 Abarca principalmente las cuencas del Guadalope y de Regallo. Los aprovechamientos más significativos son los regadíos del medio y bajo Guadalope y la central térmica Teruel.

Junta de Explotación nº 10, Cuenca del Matarraña:

Abarca la cuenca del Matarraña, con su principal afluente el Algás.

Junta de Explotación nº 11, Bajo Ebro:

Corresponde a las pequeñas cuencas vertientes al eje del Ebro desde el embalse de Mequinenza hasta el mar y al eje y al Delta del Ebro. Los aprovechamientos consuntivos más significativos son derivados de los Canales de la Margen Derecha e Izquierda del Ebro, con su zona regable situada casi en su totalidad sobre dicho Delta.

Junta de Explotación nº 12, Cuenca del Segre:

Incluye la cuenca del Segre y la del Noguera Pallaresa, siendo los canales principal y auxiliar de Urgel los aprovechamientos más destacados.

Junta de Explotación nº 13, Cuencas del Ésera y Noguera Ribagorzana:

Abarca los ámbitos de estas cuencas, afluentes la primera del Cinca y la segunda del Segre. Los aprovechamientos consuntivos más significativos son los de las zonas regables de los Canales de Aragón y Cataluña y Piñana, de los que toma también el abastecimiento de Lérida.

Junta de Explotación nº 14, Cuencas del Gallego y Cinca:

Abarcan como más significativas las cuencas del Gállego y la del Cinca excepto el Ésera siendo Riegos del Alto Aragón, con las zonas regables de Monegros y del Cinca así como las acequias del bajo Gállego los aprovechamientos consuntivos más relevantes.

Junta de Explotación nº 15, Cuencas del Aragón y Arba:

Abarcan la margen izquierda al Gállego en su tramo bajo. La zona regable de Bardenas y los regadíos del Aragón bajo son los aprovechamientos consuntivos más destacables.

Junta de Explotación nº 16, Cuencas del Irati, Arga y Ega:

Abarca todas las cuencas vertientes al Aragón por su margen izquierda desde el Irati, la cuenca del Ega y otras pequeñas vertientes al eje del Ebro. Aparte de los regadíos el aprovechamiento consuntivo más significativo es el abastecimiento a la Comarca de Pamplona, suministrado desde el manantial de Arteta y el embalse de Eugui.

Junta de Explotación nº 17, Cuencas del Bayas, Zadorra e Inglares:

Las de estos tres ríos son las cuencas más importantes pertenecientes a esta Junta de Explotación. El aprovechamiento consuntivo más importante para la cuenca es el correspondiente al trasvase Zadorra-Arratia, para aprovechamiento hidroeléctrico y abastecimiento urbano e industrial del Gran Bilbao.

2.2.- ASPECTOS GEOFISIOGRÁFICOS 

2.2.1.- El medio hídrico

2.2.1.1.- Red fluvial y su régimen

Le corresponden las siguientes láminas:

  • Lámina 5: Red fluvial
  • Lámina 6: Aportación media anual al régimen natural (hm3/año)

La red fluvial del ámbito del Plan está integrada básicamente por la correspondiente a la cuenca del Ebro y parte española del Garona.

El río Ebro, como colector principal, se acomoda de forma consecuente al esquema morfológico del conjunto: dos cordilleras, la ibérica y la pirenaica, convergentes en el noroeste que dejan entre sí una depresión de mayor anchura al avanzar hacia el este. El río corta transversalmente la cordillera Costero-Catalana poco antes de su desembocadura.

La red fluvial clasificada tiene una longitud de unos 12.000 km (910,5 km en el cauce principal). En conjunto muestra una forma en "espina de pez", aunque se encuentran variadas tipologías en los diferentes sectores de la misma. Así destaca el marcado paralelismo de los ríos riojanos recogidos de forma perpendicular por el colector principal, generándose así una red de tipo subparalelo. Lo mismo ocurre en el sector oriental de la cuenca del Aragón. Otro caso similar es el de los afluentes por la margen derecha del Jalón.

También se observan áreas en que la red presenta una tipología dendrítica. Son los casos del sistema Cinca-Segre, la cuenca alta del Aragón en conjunto, la del Arba, o las cabeceras de los ríos Aguas Vivas, Martín y Guadalope.

En el cuadro adjunto se reflejan las subcuencas más significativas desde el punto de vista superficial y de aportación media interanual en régimen natural, es decir, suponiendo el río en su estado natural, descontando los efectos de las detracciones de agua, aportaciones ajenas por retornos o trasvases y el efecto de la regulación y evaporación de los embalses. En la lámina correspondiente se refleja dicha aportación en los puntos más significativos de la red.

 

 CUENCA SUPERFICIE    APORTACIÓN 

  km2

 %

  hm3

 %
 Segre total 22.798 26.8% Segre total 6.356%  34.9%
 -Cinca 9.816 11.5% -Cinca 2.915% 16.0%
Jalón total 9.607 11.3% Aragón total 4.521% 24.8%
    -Arga 1.697% 9.3%
Aragón total 8.604 10.1% Gállego 1.087% 6.0%
-Arga 2.805 3.3%    
Gállego 3.995 4.7% Zadorra 592% 3.2%
Guadalope 3.819

4.5%

Garona (589)% (3.2)%
Arba 2.218 2.6% Jalón 551% 3.0%
Martín 1.959 2.3% Nela 527% 2.9%
Resto de subcuencas 32.175 38.7% Resto de subcuencas 4.587% 25.2%
Total Plan  85.175 100.00% Total Ebro 18.217% 100.00%

 

Los afluentes cantábricos y pirenaicos del Ebro muestran un régimen esencialmente pluvial oceánico en el sector occidental hasta la cuenca del Irati. Se observa influencia de la retención nival en el Nela y en el Irati, por lo que en estos casos se habla de un régimen pluvionival oceánico. Al este del Irati predomina un régimen de corte nivopluvial debido a la importante retención nival invernal de la cordillera pirenaica. Se advierte, además, un matiz de continentalización a medida que se avanza hacia el este.La disposición de la cuenca, drenando la vertiente sur de las cordilleras que la limitan por el norte y la vertiente noreste de las que la limitan por el sur, así como la ubicación entre el Atlántico y el Mediterráneo con sus diferentes influencias, hacen que en la cuenca se encuentren varios regímenes fluviales diferenciados. La suma de todas influencias se difumina en el régimen del colector principal, siendo el Ebro uno de los ríos con menos variabilidad interanual de entre los de la península Ibérica. Por otra parte, los acuíferos afectan, suavizándolo, al régimen de caudales.

Por la margen derecha del Ebro, los ríos del noroeste reciben fuertes influencias oceánicas, aunque con cierta retención nival en sus cabeceras que define un régimen pluvionival oceánico. Más hacia el sureste desaparece la influencia atlántica y se acentúa la mediterránea con marcado carácter continentalizado, además de desaparecer la retención nival como hecho significativo. Se trata, por lo tanto, de un régimen pluvial mediterráneo, claramente equinoccial en el caso del Guadalope.

La influencia de los acuíferos es especialmente intensa en las cuencas que van desde el Queiles al Matarraña por la margen derecha y en las cuencas del Ega, Arga, Irati y Alcanadre por la margen izquierda.

2.2.1.2.- Unidades Hidrogeológicas

Le corresponden las siguientes láminas

Dentro de la cuenca del Ebro se diferencian tres grandes zonas de acuíferos: pirenaicos, aluviales e ibéricos.

Los acuíferos pirenaicos que abarcan no sólo los situados en la cordillera pirenaica propiamente dicha, sino que se prolongan hacia el oeste por los montes vascos y cantábricos hasta el nacimiento del Ebro. Los acuíferos son de tipología cárstica, siendo frecuentes las surgencias de aguas subterráneas con caudales muy variables, a veces conectados con ríos subterráneos de recorrido espeleológico. Aunque aparentemente su capacidad de regulación es pequeña y responden rápidamente a las lluvias o a las fusiones de nieve, en pleno estiaje los manantiales que drenan macizos calcáreos intensamente fracturados o con porosidad intrínseca, proporcionan los caudales de base de la mayoría de los ríos vasco-cantábricos y pirenaicos, lo que implica una notable regulación en acuíferos profundos.

Los acuíferos aluviales están ubicados siguiendo el curso de las grandes arterias fluviales. Tanto el río Ebro como sus principales afluentes han ido depositando con el paso del tiempo masas de materiales aluviales (gravas y arenas) que hoy constituyen acuíferos detríticos. Los acuíferos están íntimamente relacionados con los cursos de agua superficial, actuando estos últimos como influentes o efluentes, e incluso variando su comportamiento en función de la época del año (avenidas, campaña de riegos, etc.). Su capacidad de regulación es media-alta, respondiendo con cadencias de semanas a las recargas por infiltración. La interconexión con los cursos de agua superficial, su configuración como acuíferos libres y la proximidad a la superficie del nivel piezométrico, los hace muy vulnerables a la contaminación.

Los acuíferos Ibéricos se extienden desde la sierra de la Demanda hasta los Puertos de Beceite y enlazan con la cadena Costero-Catalana. La presencia de varios niveles de calizas carstificadas intersedimentados con paquetes margosos de baja permeabilidad les confiere en muchos casos el carácter de acuíferos multicapa. Suponen una alta regulación para los ríos que los drenan (Jalón, Guadalope, Martín, etc.). Pero los ríos que atraviesan la cordillera Ibérica no siempre reciben las descargas de las aguas subterráneas; algunos permanecen parte de su recorrido colgados con respecto al nivel piezométrico regional, perdiendo parcial o totalmente sus aguas (Grío, Huerva, Aguas Vivas, Bergantes, etc.).

 La base territorial hidrogeológica que actualmente se considera en los trabajos de planificación y en los estudios generales de acuíferos es la individualización en 62 unidades hidrogeológicas, inspirada en un trabajo previo llevado a cabo por el Instituto Tecnológico y Geominero de España (ITGE) en colaboración con el Servicio Geológico de Obras Públicas (SGOP). En el Anexo 4 se reflejan las coordenadas de los límites y se incluye una somera descripción.

2.2.2.- Rasgos geológicos y geomorfológicos

La cuenca del Ebro ocupa una de las grandes depresiones españolas externas a la Meseta. Presenta una disposición general en cubeta, en la que las cordilleras montañosas ocupan las zonas periféricas: al norte los Pirineos y montes vasco-cantábricos, con sus prolongaciones en los montes Vascos y sistema Cantábrico, al sur el sistema Ibérico y al este la cadena Costero-Catalana. La zona central es más llana y está situada a menor altitud media, aunque algunos relieves tabulares aislados alcancen 700-800 m de altura.

Este ámbito es drenado finalmente por el Ebro, que discurre en sentido noroeste-sureste entre los Pirineos y el sistema Ibérico, aunque más próximo a éste, de forma que unos 50.000 km2 quedan en su margen izquierda y unos 30.000 km2 en la derecha. La cuenca forma un triángulo isósceles con su base al este, en la zona de la desembocadura del río, y el vértice en el nacimiento del Ebro, mostrando una planimetría contraria a la que presentan la mayoría de las cuencas fluviales. En este amplio espacio existen cuencas endorreicas, entre las que destaca la laguna de Gallocanta. Otras de menor extensión aparecen en Urbasa, Monegros, Tierras de Belchite y Bajo Aragón, formándose lagunas saladas, generalmente estacionales.

El ámbito del Plan está delimitado por tres sistemas montañosos muy diferentes entre sí, pero relacionados con la Orogenia Alpina, que dejan entre sí una zona deprimida de topografía más llana, la Depresión del Ebro. Las características generales de estos tres sistemas montañosos son:

1.- Los Pirineos y montes vasco-cantábricos.

Orla montañosa que limita por el N el ámbito del Plan. La principal cordillera son Los Pirineos:, cordillera de 435 km con dirección O-E que alcanza sus cotas máximas en el sector central (Aneto 3408 m), descendiendo progresivamente hacia el O y más bruscamente hacia el E.

Se identifican en ella varias unidades de características litoestructurales diferentes, que de N a S son:

  • Pirineo Axial, antiguo macizo paleozoico levantado por el movimiento alpino y exhumado por la erosión en el que dominan dos tipos de litologías: granitos, que definen zonas de elevada altitud y fuerte energía de relieve (Aneto, Maladeta 3308 m, Posets, 3371 m, etc.), y pizarras, esquistos y calizas, que dan como resultado áreas de menor elevación
  • Sierras Interiores, cordón de sierras calcáreas de dirección O-E con estructura de pliegues y cabalgamientos vergentes hacia el S. Frecuentemente muestran una morfología en cuesta con el frente orientado hacia el N: Suelen situarse entre 2000 y 3000 m, aunque en algún punto superan esta cifra (Monte Perdido 3355 m).
  • Depresión Media, área deprimida relacionada con el afloramiento de materiales blandos (margosos y facies flysh) con estructura de amplio sinclinal. En su núcleo aparecen potentes bancos de conglomerados sinorogénicos, que debido a su resistencia a la erosión han quedado como relieves residuales colgados (San Juan de la peña, Oroel, Canciás, etc.)
  • Sierras Exteriores prepirenaicas, conjunto de alineaciones montañosas calcáreas de dirección dominante ONO-ESE y una altitud generalmente entre 1000 y 2000 m. Constituyen el flanco meridional del sinclinal al que corresponde la Depresión media, cabalgante sobre la Depresión del Ebro. En este contacto con la depresión aparecen potentes bancos de conglomerados postorogénicos que dan morfologías de gran verticalidad, los llamados "mallos"

La cordillera pirenaica estuvo fuertemente afectada por el glaciarismo cuaternario, que ha dejado profundas huellas visibles en la geomorfología actual, tales como valles en forma de U, circos glaciares, morrenas y un gran número de ibones, lagos de alta montaña originados al llenarse de agua antiguos recuencos de excavación glaciar, especialmente abundantes en los sectores central y oriental

La incisión de la red fluvial en la cordillera, especialmente en las zonas calcáreas, ha creado profundos cañones y gargantas, entre los que podemos destacar los labrados por el Ésera, Noguera Ribagorzana, afluentes del alto Cinca, Vero y Alcanadre.

También hemos de destacar la existencia de abundantes complejos cársticos, tanto superficiales como subterráneos, tales como los de Ojo Guareña (Burgos), Larra y Urbasa (Navarra), Monte Perdido y Guara (Huesca).

La prolongación occidental de Los Pirineos son los Montes Vascos, de modesta altura, y la Cordillera Cantábrica, cuyo sector oriental drena hacia el Ebro en su vertiente meridional.

2.- El Sistema Ibérico:

Es una cadena compleja de dirección general NO-SE en la que topográficamente podemos distinguir tres zonas:

  • Sector NO, en el que destacan las sierras de Urbión, Demanda y Cebollera, que corresponden con bloques plegados en la orogenia hercínica y levantados en la alpina. Están compuestos principalmente por cuarcitas, pizarras y areniscas, mientras las depresiones que quedan entre ellos están cubiertas de calizas mesozoicas. Fue afectado por el glaciarismo, por lo que podemos apreciar lagunas glaciares, arcos morrénicos y otras morfologías relacionadas con procesos glaciares.
  • Sector central, en el que se distinguen dos ramas: la castellana (occidental) y la aragonesa (oriental), en la que encontramos la mayor elevación (Moncayo 2315 m). Entre ambas se localiza la cuenca de Almazán. En conjunto está constituido por un conjunto de sinclinales y anticlinales cabalgantes vergentes hacia el NE. Las litologías dominantes son las calcáreas en los materiales mesozoicos y las cuarcitas en los paleozoicos, origen éstas de fuertes resaltes morfológicos aplanados por la erosión y constituyendo así un relieve de tipo apalachense.
  • Sector SE, en el que también se distinguen las ramas castellana y aragonesa, separadas por la depresión del Alto Jiloca. Esta última enlaza con las Cadenas Costero-Catalanas en los arcos de Portalrubio-Calanda. Es un conjunto de estructuras fuertemente plegadas con dirección ibérica (NO-SE) y catalana (NE-SO) extensamente arrasadas. La litología dominante es la caliza mesozoica, aunque en algunas zonas aflora el zócalo paleozoico, principalmente pizarroso

3.- Cadena Costero-Catalana

De dirección general NE-SO, con unos 250 km de largo y 40 de anchura, cuyo sector sudoccidental drena hacia el Ebro. Separa la Depresión del Ebro del Mediterráneo, y podemos distinguir las siguientes unidades: zona costera o depresión externa, cordillera litoral, depresión prelitoral y cordillera prelitoral. En el sector dentro de la cuenca del Ebro predomina una estructura de tipo germánico en horst y fosas. Los horst están constituidos por materiales paleozoicos (pizarras y esquistos) cubiertos por mesozoico (areniscas, conglomerados y calizas), mientras las fosas están cubiertas por materiales miocenos y pliocenos (arcillas, margas, areniscas y conglomerados).

Las tres cordilleras señaladas delimitan la Depresión del Ebro, con forma triangular y una única salida al mar a través del Paso del Asno, abierto por el río en la cordillera Costero-Catalana. Está rellena de sedimentos terciarios, y en ella podemos distinguir varias unidades topográficas y geomorfológicas:

  • Los somontanos. Son el contacto entre la Depresión y las cordilleras circundantes, por lo que podemos distinguir somontano ibérico y pirenaico.
  • Las muelas, unidades estructurales y topográficas tabulares que presentan un nivel de cumbre resistente y horizontal sobre un sustrato blando en el que se ha instalado la red fluvial erosionándolo y dejando en resalte el nivel resistente.
  • Valles fluviales, generalmente amplios y de fondo plano. En ellos dominan las formas ligadas a la evolución cuaternaria, por lo que dominan las terrazas (entre tres y seis niveles) y los glacis de acumulación (tres niveles) que empalman éstas con las muelas y los relieves somontano

Litológicamente está dominada por los sedimentos terciarios en facies continental: conglomerados oligocenos y miocenos en los bordes, y materiales progresivamente más finos, como areniscas, margas y arcillas hasta llegar a los evaporíticos en el centro de la cuenca (yesos, sales y calizas).

En la Depresión del Ebro, especialmente en su sector central, adquiere una notable importancia geomorfológica el fenómeno del endorreismo. Se explica por factores topográfico-estructurales unidos a climáticos, pues la aridez dificulta el desarrollo de la red fluvial, y el consecuente mantenimiento de áreas sin drenaje externo Ello permite la formación de pequeñas lagunas someras, a menudo estacionales y con un importante grado de salinidad.

Hemos de señalar que la desembocadura del Ebro en el Mediterráneo se realiza a través de un amplio delta de génesis postglaciar y construido mediante la sedimentación de depósitos fluviales sobre una terraza wurmiense. Se supone que el principal desarrollo del Delta actual se produjo a partir de los siglos XIV y XV, coincidiendo con una amplia deforestación de la cuenca, y su posterior consolidación se vio acelerada por el asentamiento de cultivos. Actualmente su crecimiento se ha visto frenado, debido a que la regulación de la cuenca ha limitado los aportes sólidos del Ebro, dominando hoy la redistribución sobre el aporte de nuevo material.

El resultado es una amplia llanura de más de 30.000 ha de material limoso retrabajado por el mar, situada entre cero y dos metros s.n.m., con una serie de lagunas separadas del mar por barras de arena y que desaguan hacia él a través de golas. El río se divide en varios brazos que dejan entre sí las islas de Gracia, Sapiña y Buda.

2.2.3.- Edafología

Las características edáficas de los suelos de la cuenca del Ebro son muy variables, como consecuencia de la diversidad de procesos formadores y locales que han actuado sobre ellos. A continuación se señalan, de forma muy general, las diversas unidades de suelos según la clasificación de la F.A.O. existentes en la cuenca del Ebro, tomadas de la cartografía adjunta a la Documentación Básica (octubre 1988, escala 1:1.500.000).

Los cursos medios y bajos, tanto del río Ebro como de sus afluentes principales, se hallan ocupados por Fluvisoles (F. Eutric), formando una banda estrecha y prácticamente continua a lo largo del eje que constituye el río. La zona central de la cubeta se halla ocupada por Xerosoles (X. Gypsic, X. Calcic) presentando una parte importante de estos suelos, como característica, un alto contenido en sales.

En el resto de la cuenca la unidad predominante son los Cambisoles (C. Calcic, C. Dystric, C. Eutric, C. Gleyia, C. Humia) con distintas características (salina, petrocalcic, gravelly, lithic). Salpicados dentro de esta unidad aparecen en las zonas norte y sur de la cuenca algunas áreas con Vertisoles (V. Chromic) y Luvisoles (L. Calcic, L. Chromic) respectivamente.

2.2.4.- La cubierta vegetal

Le corresponde las siguiente lámina:

  • Lámina 10: Imagen Landsat TM. Falso color. Verano 1991.

En la cuenca del Ebro, según los datos del Censo agrario de 1989, casi 3.500.000 ha están cubiertas por vegetación natural, lo que supone un 40% aproximadamente de la superficie. No significa que todo ese territorio esté cubierto por las formaciones vegetales climáticas de cada zona, pues la vegetación es uno de los elementos más afectados por la progresiva humanización que ha sufrido la cuenca, por lo que la situación actual es el resultado de la interacción entre las formaciones originales y las diversas incidencias antrópicas sobre ellas.

De los casi 3.500.000 ha, algo menos de 1.500.000 ha corresponden a formaciones herbáceas o matorral, y el resto a formaciones arbóreas. De estos 2.000.000 ha de formaciones arbóreas, casi 600.000 ha están constituidas por especies de frondosas (encinas, robles, hayas, árboles de ribera, etc.), 1.200.000 ha por las diversas resinosas (diferentes especies de pinos y sabinas fundamentalmente), mientras las formaciones mixtas de resinosas y frondosas ocupan el resto (unas 185.000 ha).

La vegetación se adapta a las condiciones climáticas dominantes según sus necesidades hídricas y térmicas. En líneas generales el clima de la cuenca se va haciendo más árido al avanzar hacia el centro de la Depresión, aunque se suaviza algo la aridez en las proximidades de las orlas montañosas, pues son tierras algo más elevadas, y desaparece en las montañas septentrionales y zona norte del Sistema Ibérico. Por ello, las especies vegetales se establecen en bandas concéntricas respecto al centro de la Depresión, aunque no de forma regular, pues las especies de mayores necesidades hídricas presentan un notable desarrollo en los Pirineos, limitándose en la Ibérica.

En el centro de la cubeta domina una formación herbácea esteparia compuesta principalmente por esparto (Stipa tenacissima), romero (Rosmarinus officinalis) y plantas halófilas, entre la que perviven restos de sabinares (Juniperus phoenicea). Al alejarnos hacia las márgenes aparecen, fundamentalmente en las zonas elevadas, manchas de pino de Alepo (Pinus halepensis), y en los somontanos pirenaico e ibérico encinares (Quercus ilex ssp. rotundifolia) acompañados frecuentemente en el Prepirineo por quejigos (Quercus faginea) y en la ibérica central y meridional por sabinas. Las especies más higrófilas se desarrollan notablemente en toda la orla montañosa septentrional y en el sector de la ibérica desde el Moncayo hacia el N. Por su extensión podemos destacar el pino silvestre (Pinus sylvestris) y el haya (Fagus sylvatica), acompañada en muchos bosques pirenaicos por abetos (Abies alba), y por su particularidad hemos de señalar el pino negro (Pinus uncinata) de las cumbres pirenaicas e ibéricas.

La vegetación de ribera es un elemento importante y muy específico de la cubierta vegetal, principalmente por sus interrelaciones con el río y su dinámica, pues protege las riberas de la erosión y contribuye a la estabilización del cauce.

Se trata de formaciones boscosas muy particulares y diferentes del entorno, con gran variedad de especies instaladas a diferente distancia del río según sus necesidades hídricas, y con una gran riqueza ambiental, pues sirve de asentamiento a numerosas especies faunísticas.

En la cuenca del Ebro los bosques de ribera están bastantes intervenidos y alterados, pero todavía quedan buenos ejemplos en el Aragón, Arga, Irati, Cinca, Segre o Gállego, y en ciertos tramos del propio Ebro, principalmente en el alto y en algunos lugares de las riberas riojana, navarra y aragonesa.

Este esquema general se ve alterado por multitud de factores entre los que destacan la variedad litológica y edáfica y la exposición, que favorece el desarrollo de las especies xerófilas en las laderas de solana y de las higrófilas en las umbrías.

2.2.5.- Aspectos climáticos

Le corresponden las siguientes láminas:

  • Lámina 11: Isoyetas medias anuales
  • Lámina 12: Isotermas medias anuales
  • Lámina 13: Evapotranspiración potencial media anual (según Thornthwaite)

Las condiciones topográficas del ámbito del Plan implican un clima mediterráneo continentalizado en gran parte de la cuenca del Ebro, con una clara degradación semiárida en el centro de la misma. El extremo noroeste, la mitad oeste del borde pirenaico y la parte septentrional de la Ibérica, son zonas con clima oceánico, pero hay que tener en cuenta que la transición entre éste y el clima Mediterráneo es progresiva.

La disposición topográfica aísla al sector central de la cuenca de las influencias oceánicas, que quedan retenidas en gran medida por las cordilleras periféricas, aumentando así la continentalización en el resto de la cuenca y disminuyendo notablemente la precipitación. Por ello, la aridez es uno de los principales rasgos que definen el clima del centro de la cubeta. Las condiciones áridas alcanzan su máximo exponente en el triángulo que definen Zaragoza, Alcañiz y Lleida, y van desdibujándose progresivamente al alejarse.

A excepción de la orla montañosa septentrional y del sector Norte de la cordillera Ibérica, las precipitaciones son escasas, concentradas principalmente en primavera y otoño. En verano e invierno se registran mínimos pluviométricos, más marcado el estival en el sector occidental, mientras que en algunas zonas del sector oriental destaca el mínimo invernal. Las lluvias, además de su escasez, presentan una fuerte irregularidad intermensual e interanual, con largos períodos en los que no se registra precipitación alguna, especialmente en el invierno y final del otoño.

La disposición en cubeta de la cuenca repercute también en las condiciones térmicas. El efecto suavizador que ejercen los océanos sobre las temperaturas se limita a la mitad occidental de la orla montañosa septentrional. En el resto, especialmente en la depresión, se observa una fuerte continentalización que se traduce en elevadas temperaturas estivales, con máximas sofocantes y fríos intensos en invierno. Es muy frecuente que la depresión se vea ocupada en invierno por una masa de aire frío y estable, con la consiguiente aparición de nieblas, que afectan con especial frecuencia e intensidad al corredor central del Ebro, Hoya de Huesca, norte de Monegros, bajo Cinca, bajo Segre, área de Caspe y cuenca de Calatayud. Entre los veranos cálidos y los fríos inviernos, las estaciones equinocciales suelen ser breves y con bruscos cambios de temperatura.

El viento es otro elemento destacado especialmente en el corredor central del Ebro. El sentido más frecuente es noroeste-sureste. Se trata del llamado "cierzo", viento frío y seco que aparece cuando en el Mediterráneo occidental se forma una borrasca, mientras el Atlántico oriental está ocupado por altas presiones. Puede presentarse en cualquier época del año, pero su mayor ocurrencia es en primavera. Otro viento característico es el llamado bochorno, de sentido opuesto. Es menos frecuente y mucho más suave. Se trata de un viento seco y muy cálido si sopla en verano (estación en la que es bastante frecuente) y templado y húmedo si lo hace en el resto del año. Está relacionado con la formación de un área de bajas presiones en el interior de la Península o al oeste de la misma.

En las láminas correspondientes se han reflejado de forma simplificada las isoyetas e isotermas medias interanuales obtenidas de los datos climáticos de unos 1200 observatorios, a partir de los cuales se ha calculado también la evapotranspiración potencial, cuyas isolíneas se reflejan en la correspondiente lámina de forma simplificada.

Para la realización de los mapas de isolíneas se han considerado todos los observatorios fiables que dispusieran de series de más de cinco años de observación y, mediante el programa de correlaciones múltiples "MOSS-IV" se han homogeneizado las series para el período 1940-90. Con los datos de precipitación y temperatura del período mencionado se han elaborado mediante cartografía automatizada los mapas de isotermas e isoyetas medias de la cuenca y tras los cálculos correspondientes de la ETP, el mapa de isolíneas de esta variable climática.

Los mapas de isolíneas muestran de forma gráfica la distribución espacial del valor medio de la variable representada, por lo que son un documento muy útil para ver y comparar las características dominantes en los diferentes sectores de la cuenca, y comprobar las diferencias existentes entre ellos en condiciones medias.

2.2.6.- Erosión

Le corresponde la siguiente lámina:

La mayor o menor importancia de la erosión en la Cuenca del Ebro está determinada por la existencia de precipitaciones de carácter torrencial, la presencia de litologías especialmente deleznables --margas azules eocenas, areniscas y arcillas de los piedemontes ibérico y pirenaico y yesos en el centro de la Depresión del Ebro, los destacados contrastes altitudinales entre las áreas de cabecera y tramos medios y bajos de los cauces y sus afluentes, el abandono reciente de tierras cultivadas que han quedado desprotegidas, el aumento de incendios forestales, inadecuadas prácticas de forestación, apertura de pistas y caminos, etc.

El ICONA realizó en 1987 el Mapa de los estados erosivos de la cuenca del Ebro, representando a escala 1:400.000 las superficies que sufrían los distintos niveles de erosión. De dicho mapa, elaborado por aplicación discreta de la fórmula de USSLE, se obtienen unas pérdidas totales para la cuenca del Ebro de 238.971.189 T/año y una pérdida media de 28 T/ha/año.

En el Plan Nacional de lucha contra la erosión (ICONA, 1991) se refleja la distribución de la superficie de la cuenca del Ebro según los niveles de erosión presentándose los valores del cuadro siguiente:

CLASE DESCRIPCIÓN SUPERFICIE
    (ha) %
Clase I, erosión extrema pérdidas de suelo superiores a 200 T/ha/año 125.000 1.5%
Clase II, erosión muy alta pérdidas de suelo entre 100 y 200 T/ha/año 250.000 2.9%
Clase III, erosión alta pérdidas de suelo entre 50 y 100 T/ha/año 650.000 7.6%
Clase IV, erosión media pérdidas de suelo entre 12 y 50 T/ha/año 2.470.000 29.1%
Clase V, erosión baja pérdidas de suelo entre 5 y 12 T/ha/año 3.142.000 37.0%
Clase VI, erosión muy baja pérdidas de suelo menores de 5 T/ha/año 1.860.000 21.9%

Las zonas con mayores pérdidas de suelos están localizadas en las cuencas del Najerilla, Arga-Araquil-Ulzama, Irati-Salazar-Urrobi-Erro, Queiles y Canal de Aragón y Cataluña. Por el contrario, las zonas con menor erosión se localizan en la cuenca del Rudrón, Bayas, Ega-Urederra, parte del Huecha, Queiles, Jalón, zona de Monegros y Segre.

El problema existente en las zonas señaladas por el ICONA es el aumento de la pérdida de suelos así como el incremento en la llegada de acarreos a los cauces, canales y embalses, y la solución del mismo depende, en gran medida, de la restauración, mantenimiento y conservación de la cubierta vegetal en cada una de las cuenca. Así pues, el problema del control de la erosión y la ordenación y restauración hidrológica-forestal de la Cuenca está íntimamente relacionado siendo, ambos aspectos interdependientes que merecen un tratamiento conjunto.

2.2.7.- Salinidad

Un porcentaje significativo de los suelos de la cuenca presentan cantidades excesivas de sales solubles y/o un contenido elevado de sodio. Las causas de la presencia de estos suelos son fundamentalmente geológicas.

La superficie afectada cobra importancia en las zonas de regadío del centro de la cuenca, por el importante descenso de la productividad que puede producirse en algunos de estos suelos bajo condiciones de regadío.

Desde el punto de vista de la calidad de las aguas, el perfil cualitativo que presentan es, en términos generales, función de los terrenos atravesados.

Como resumen, se estima que la cantidad total de sales transportadas al mar es del orden de 7× 106 T/año, de los que 3× 106 T/año son yesos, el 85% aportado por los cauces de la margen izquierda (con un 88,5% de la aportación de agua) y 13% por los de la margen derecha (con 11,5% de la aportación hídrica). Las cuencas con mayor porcentaje superficial de yesos son las del Tirón en Cuzcurita y la Clamor Amarga en Zaidín. Las de menor porcentaje son las del Segre en Ponts y el Jiloca en Calamocha.

Los problemas que puede general la salinidad natural se han visto agravados en algunos casos por la actuación humana, por la utilización de agua de calidad inadecuada, nivelaciones, ascensos de capas freáticas por drenaje inadecuado, etc. La superficie de cultivo afectada por las sales y sodicidad en la cuenca del Ebro es, según datos de Alberto y colaboradores (1986) es de 310.000 ha.

Un indicador adicional lo representan en primer lugar los manantiales minero-medicinales, habiendo inventariado 314 en la cuenca, 22 de los cuales presentan concentraciones superiores a los 2 g/l de sales. También en la cuenca se han inventariado 111 salinas.

2.3.-ELEMENTOS SINGULARES

Le corresponde la siguiente lámina:

Debido a la complejidad geológica, geomorfológica y climática de las cuencas integradas en el ámbito del Plan y a su considerable extendión, existe gran número de zonas que pueden ser consideradas como singulares por sus aspectos estéticos o medioambientales. Están íntimamente relacionadas con el medio hídrico, bien por ser el agua el elemento causal, o bien porque el aprovechamiento del agua puede afectarles. Prácticamente todas estas zonas están recogidas por los trabajos y normativa que en relación con el tema han desarrollado las nueve Comunidades Autónomas con territoio en la cuenca, si bien las más significativas habían ya sido contempladas por actuaciones administrativas y estudios de la administración central.

Entre los elementos singulares que más destacan en la cuenca se puede citar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, los espacios protegidos o en vías de serlo, de Aigües Tortes y Lago de Sant Maurici, la Sierra y los Cañones de Guara, la Dehesa del Moncayo, las sierras de Cadí-Moixeró, Urbasa, Demanda, Gorbea, Valderejo, Cameros, etc.

También merecen ser destacados, por ser únicos en España, los glaciares de las altas cuencas del Gállego, Cinca, Ésera y Noguera Ribagorzana.

Las zonas húmedas son numerosas y de muy variada naturaleza. Se pueden mencionar los ibones pirenaicos, especialmente abundantes en las provincias de Huesca y Lérida, la laguna de Gallocanta, las lagunas de Basturs y Montcortés, las saladas de Chiprana y de Sástago-Bujaraloz, el Monasterio de Piedra y, por supuesto, el Delta del Ebro, que es el mayor complejo deltaico de la Península. En el Anexo 5 figura un listado de las zonas húmedas, inventariadas por la DGOH en 1991 y que se actualizará y sistematizará en breve.

Numerosas foces y cañones han sido tallados por los ríos de la cuenca. Se pueden señalar e conjunto de cañones de Guara, el Cañón de Añisclo, los congostos del Guadalope, Collegats y sierra del Montsec y las foces de Lumbier y Arbayún.

Los fenómenos cársticos también se desarrollan notablemente en ciertos sectores de la cuenca, entre los que destaca el complejo del norte de Burgos, con fenómenos tan espectaculares como la cueva de Ojo Guareña.

En el Anexo 6 se detallan los espacios naturales con sus figuras de protección.

2.4.- POBLACIÓN Y ACTIVIDAD ECONÓMICA

Le corresponden las siguientes láminas:

  • Lámina 16: Población de hecho, Censo de 1991.
  • Lámina 17: Densidad de población. Censo de 1991.
  • Lámina 18: Población de hecho. Proyección cerrada al 2002.
  • Lámina 19: Evolución demográfica. Censo 1991-Proyección cerrada al 2002.
  • Lámina 20: Evolución demográfica. Censo 1991-Proyección abierta al 2002.
  • Lámina 21: Regadío por municipio
  • Lámina 22: Unidades de trabajo año
  • Lámina 23: Margen bruto agrario
  • Lámina 24: Unidades ganaderas
  • Lámina 25: Población activa del sector industrial

Se pretende en este apartado dar un breve esbozo de la situción actual y futura de algunos de los elementos que son determinantes en la evaluación de las demandas actuales y futuras de agua como son la población y los tres sectores económicos.

2.4.1.- Población

Partiendo de los datos del censo de 1991, en este punto se hace una descripción de la situación poblacional actual de la cuenca y de la que puede tener lugar a medio plazo si las tendencias observadas se mantienen. Para pronosticar el estado poblacional a medio plazo (horizonte 2002) se ha llevado a cabo el estudio "Evolución de la población de las zonas de regadío y del resto de la cuenca del Ebro. Perspectivas demográficas de la cuenca del Ebro", con la asistencia técnica de la Dra. María Carmen Faus, profesora titular de Geografía Humana de la Universidad de Zaragoza, estando basados gran parte de los datos y cuadros reflejados en este apartado en el citado trabajo.

2.4.1.1.- Situación actual

La población de hecho del ámbito del Plan Hidrológico, tomando los datos del censo de 1.991, para las 1.615 entidades municipales con capital dentro de la cuenca es de 2.798.200 habitantes lo que supone una densidad poblacional media de 33 hab/km2. Se trata pues de un territorio despoblado en el contexto nacional no alcanzando ni la mitad de la densidad de población española que es de 78 hab/km2.

En la tabla siguiente se presenta la distribución de los habitantes de la cuenca en función del tamaño de la población de la Entidad Municipal a la que pertenecen:

Intervalo de habitantes de la Entidad Municipal Número de Entidades Municipales Número de habitantes del conjunto  % sobre el total de habitantes de la cuenca
       % % acum.
 0-100 309 18.239 0,65 0,65
 100-500 755 182.955 6,54 7,19
 500-1.000 224 160.150 5,72 12,91
1.000-2.000 154 211.214 7,55 20,46
2.000-3.000 67 160.541  5,74  26,20
3.000-5.000 49 180.514 6,33 32,65
5.00-10.000 27 184.691 6,60  39,25
10.000-50.000 24 378.828  13,54 52,79
 50.000-100.000  1  50.085  1,79 54,58
>100.000 5 1.270.983 45,42 100,00
 Total  1.615 2.798.200 100.00

De las cifras anteriores se deduce que cerca de la cuarta parte de la población vive en entidades de menos de 3.000 habitantes. En el extremo opuesto, tan solo 6 ciudades (Zaragoza, Vitoria, Pamplona, Logroño, Huesca y Lérida) albergan casi un 47% de la población y solamente Zaragoza capital tiene más población que las 1509 Entidades Municipales de 2.000 habitantes o menores. En el cuadro correspondiente del apartado 2.1.2., Ámbito Administrativo, se refleja la distribución de la población por provincias y CC.AA.

La escasez de núcleos de tamaño medio (50.000 - 100.000 hab.) dificulta la transmisión de impulsos de desarrollo de las ciudades grandes a los núcleos rurales por lo que, a nivel general de cuenca, se dan los asentamientos poblacionales concentrados y por ende la industria y los servicios.

Considerando a nivel de Entidad Municipal la densidad de población de hecho, obtenida del censo de 1.991, observamos que, dentro de la cuenca, existen unos espacios claramente desertizados en la franja paralela a los Pirineos, en una gran parte de los núcleos de la margen derecha y en los grandes desiertos climáticos del centro del valle. Recíprocamente, la mayor densidad de población está asociada, salvo excepciones, a los tramos medio y bajo de los ejes fluviales. En los mapas temáticos, que se incluyen en el tomo de láminas, puede observarse esa gran disparidad poblacional que existe entre unas zonas y otras.

La consideración de la densidad de población, discretizada por intervalos, tomando también los datos del censo de 1991 nos conduce al cuadro siguiente:

Intervalo de densidad
hab/km2
Número de Entidades Municipales Población de hecho del conjunto
hab.
Superficie del conjunto
km2
Densidad media del conjunto
hab/km2
<5 534 98.101 33.346 2,94
5-10 315 117.007 16.323 7,16
10-50 594 637.786 28.917 22,05
>50 172 1.945.306 7.167 271,42
Total 1.615 2.798.200 85.753 32.63

Como se ve casi el 40% del territorio de la cuenca está en lo que viene a considerarse como umbral de despoblación, es decir, por debajo de los 5 hab./km2 de población fija.

2.4.1.2.- Proyección de población al horizonte de 10 años

Tal como se expone con mayor detalle en el Anexo nº 7 de esta Memoria se han efectuado prognosis de población abierta (considerando migraciones) y cerrada (sin considerar migraciones) para todas las Entidades Municipales de la cuenca, a un horizonte de 10 años, tomando como base los datos del Censo de 1991, por lo que esta proyección corresponde al año 2002. No se ha efectuado tal prognosis a más largo plazo porque, en general, los resultados que se obtienen no se consideran fiables. De los resultados obtenidos puede concluirse que la cuenca presenta, a nivel global, un muy ligero descenso de población, si bien a nivel de Entidades Municipales nos encontramos, como era de esperar, variaciones de población futura que van desde pérdidas superiores al 10% (muy regresivas) a aumentos superiores al 10% (muy progresivas). Territorialmente, los núcleos más regresivos coinciden con los menos poblados actualmente, no siendo aparentemente constatable que los más progresivos coincidan con las poblaciones actualmente más importantes.

Efectuando para la población futura al horizonte 2002 la misma desagregación de densidad poblacional que la efectuada para la población de 1991 obtenemos el cuadro siguiente:

Intervalo de densidad
hab/km2
Número de Entidades Municipales Proyección abierta de población del conjunto al horizonte 2002
hab.
Superficie del conjunto
km2
Densidad media del conjunto
hab/km2
<5 722 92.122 40.914 2,25
5-10 300 102.375 14.123 7,25
10-50 445 532.646 24.088 22,11
>50 148 2.016.875 6.628 304,30
Total 1.615 2.744.018 85.753 32,00

De él se deduce que el 47% de la superficie de la cuenca del Ebro, correspondiente a los 722 pueblos de menos de 5 hab./km2, comenzará el siglo con una densidad de población media de 2,3 hab./km2; una densidad tan baja que existe el riesgo de no llegar a cubrir la mínima población requerida para la conservación medioambiental. Pero además, la población de esos desiertos poblacionales está desestructurada tal como se refleja en la siguiente pirámide poblacional obtenida para el conjunto de todos los núcleos que previsiblemente tendrán una densidad de población inferior a los 5 hab./km2 en el año 2002.

Como puede verse existe un alarmante vacío en los estratos de menor edad por lo que, de cumplirse estas previsiones, a largo plazo puede decirse que una gran parte de territorio de la cuenca del Ebro no tendrá relevo generacional y se convertirá en un espacio casi vacío con muy poca población envejecida. Esta situación queda claramente descrita por los valores que, para el conjunto de estos núcleos, alcanzan los índices poblacionales siguientes:

Indice de juventud= Pobl.<19 años/Pobl. total= 7,9 %

* Indice de dependencia= Pobl.<19 años+Pobl.>64 años/Pobl. Entre 20 y 65 años= 85,0 %

Indice de envejecimiento= Pobl.>65 años/Pobl. total= 35,6 %


* De este índice deducimos que por cada persona en edad comprendida entre los 20 y 65 años "independiente", existirán 0,85 "dependientes".


Como resumen general puede decirse que las previsiones efectuadas apuntan a que la cuenca del Ebro seguirá siendo un área con una densidad de población baja y estructuralmente desequilibrada, existiendo significativas concentraciones de población en la capitales de provincia y en los corredores de las partes medias y bajas de los ríos, mientras que el resto de las zonas verán disminuir aún más el ya escaso peso actual, pudiendo, el factor poblacional, llegar a ser un elemento limitante para mantenimiento medioambiental de dichas áreas salvo que existan movimientos migratorios importantes no previsibles en este momento.

2.4.1.3.- Relación entre la población y la actividad agropecuaria en el regadío. Consideraciones de futuro

Para la planificación hidrológica es importante conocer la relación que pueda existir entre la actividad agropecuaria en las áreas de regadío y su estado y evolución poblacional. No se dispone de un análisis que contraste la evolución de la población y la del regadío a nivel de Entidad Municipal para la cuenca, no obstante, es constatable a nivel de ejemplos concretos que el desarrollo de las grandes áreas regables, con todos sus efectos añadidos, ha contribuido de forma muy significativa al aumento, mantenimiento o a la ralentización del descenso de población.

De cara al futuro, en el desarrollo de los grandes sistemas de riego, ha de tenerse en cuenta el factor de debilidad demográfica presente en determinados espacios esteparios; por ello, puede admitirse que desde el punto de vista del aspecto demográfico deben potenciarse las ampliaciones de zonas regables adyacentes a los regadíos tradicionales, más que aumentarlos en los grandes espacios donde existe una disfunción poblacional.

Ante una política activa de dinamismo demográfico ha de tenerse en cuenta que los asentamientos urbanos tienen que ver con el concepto operativo de potencialidad del territorio, que viene definida, por una parte, por las condiciones intrínsecas del mismo (orografía, hidrografía, edafología, climatología, etc.) y de otra, por el grado de evolución alcanzado por la sociedad en sus relaciones de apropiación/dominación con él. En el caso de la cuenca del Ebro las condiciones intrínsecas del territorio, en general muy severas, han determinado el actual desequilibrio territorial interno y únicamente la gran labor colonizadora del centro del valle ha conseguido articular ejes demográficos más o menos equilibrados por los regadíos de la margen izquierda, situados entre la cota cuatrocientos y el eje del río Ebro. Por esta razón, las posibilidades de desarrollo demográfico deben aprovechar el potencial demográfico actual del valle y difundirlo hacia las zonas próximas donde existen condiciones favorables en el territorio, una vez colonizado por el regadío.

2.4.2.- La Actividad Económica en el valle del Ebro

2.4.2.1.- Algunas magnitudes macroeconómicas

A continuación se presentan los cuadros de empleo y de valor añadido bruto (V.A.B.) al costo de los factores de cada uno de los sectores productivos para la cuenca del Ebro y su comparación con la totalidad de España. Se han obtenido de los corresondientes valores provinciales, efectuando la adecuada proporcionalidad para aquellas provincias que solo cuentan con parte significativa de su territorio en la cuenca y sin incluir aquellas que tienen muy escasa participación dentro de la misma.

Número de ocupados para cada sector económico

Sectores Cuenca España
  Población ocupada en miles de hab. % sobre total de empleo Población ocupada en miles de hab. % sobre total de empleo
Agricultura 99 11,1 1.120 9,5
Industria 233 26,0 2.473 21,0
Construcción 83 9,2 1.078 9,1
Servicios 482 53,7 7.117 60,4
Suma 897 100,00 11.788 100,00

Fuente: Encuesta de Población Activa 3º trimestre 1.994 y elaboración propia.

V.A.B al coste de los factores para los diferentes sectores económicos
Sectores Cuenca España 
  V.A.B. en millones  % sobre el total de V.A.B. V.A.B. en millones % sobre el total de V.A.B.
Agricultura 337.843 6,6 3.027.281 5,0
Industria 1.470.573 29,0 12.950.777 21,3
Construcción 385.595 7,6 4.838.851 7,9
Servicios 2.87.896 56,8 40.109.108 65,8

Fuente: Renta nacional de España. Servicio de Estudios de Banco Bilbao Vizcaya (1.991). Avance 1992-93

De la observación de la distribución por sectores deducimos que el valle del Ebro es sobre todo industrial situándose este sector cinco puntos en porcentaje de empleo por encima de la media española y casi ocho puntos por encima en porcentaje de P.I.B.; tales diferencias son mucho menores en la agricultura y construcción. En el sector servicios la diferencia es de 7 puntos por debajo de la media nacional, siendo aún mayor la que existe en el valor añadido bruto. La gran preponderancia del sector industrial puede probablemente explicarse por la gran incidencia de la industria automovilística.

Si dividimos la población ocupada por el total de habitantes obtenemos el índice de ocupación, que toma el valor de 32,1% para la cuenca y de 30,3% para el total de España.

Podemos también citar que la renta disponible per cápita es de 1.185 000 pta para la cuenca y de 1.069.000 pta para el conjunto de España.

Como puede verse, a nivel global la cuenca del Ebro se sitúa ligeramente por encima de la media nacional en cuanto a renta per cápita y dos puntos por encima en cuanto a porcentaje de población ocupada.

2.4.2.2.- Sector agrario

A continuación se resumen las principales cifras y características del sector agrario en la cuenca, señalando las diferencias que existen entre el secano y el regadío. En epígrafe aparte se contempla la ganadería, destacando también la ligazón existente entre las zonas regables y de desarrollo de las áreas ganaderas. Finalmente se detallan una serie de cifras de rendimientos de diversos cultivos, comparándolos con los de otras regiones y países y se dan algunas pinceladas sobre la comercialización.

2.4.2.2.1.- Principales características

De acuerdo con los datos del último Censo Agrario de 1989 del Instituto Nacional de Estadística, para el conjunto del ámbito del Plan, las variables que pueden emplearse para caracterizar someramente el sector agrícola alcanzan los valores siguientes:

Superficia agraria útil (S.A.U.) 4.227.937 ha
Superficie labrada 2.818.322 ha
Superficie de sano en barbecho 469.971 ha
Superficie de secano con cultivo 1.788.808 ha
Superficie regada en el año 1988 579.651 ha
Número de explotaciones agrarias 230.018 Ud
Margen bruto declarado 245.317 Mpta

La superficie de la cuenca es de 8.175.000 ha y la superficie concesional de regadíos es de 783.948 ha.

Las 783.948 ha de regadíos concesionales pueden agruparse en dos grandes bloques, por una parte tenemos los regadíos dotados adecuadamente y con una explotación permanente y vigorosa, que suponen una superficie aproximada de 537.000 ha, por otra parte tenemos los regadíos marginales del resto del valle. En los primeros es donde se encuentra realmente la riqueza agropecuaria y agroindustrial y donde se produce el 61% del margen bruto declarado de toda la cuenca, con un montante de 245.317 millones de pta y el 54% de las Unidades Trabajo Año (U.T.A.)* de la cuenca.


 * La U.T.A. es el trabajo de una persona a tiempo completo durante un año, equivalente a 2.220 horas de trabajo.


Conviene resaltar también la importancia de las instalaciones industriales derivadas de los cereales, con presencia de numerosas harineras, semoleras, almidoneras y otras industrias que en conjunto cuentan con más de 5.000 trabajadores.

2.4.2.2.2.- Población agraria

De acuerdo con datos del Censo Agrario, a la cuenca le corresponden unas 134.000 unidades de trabajo agrario y la población ocupada en el sector agrario, en el tercer trimestre de 1.994, según datos tomados de la Encuesta de Población Activa, se sitúa en torno a las 99.000 personas. Ello supone el 11,3% del total de la población empleada de la cuenca. Este porcentaje es un punto superior al correspondiente para toda España. No obstante, el número de trabajadores por unidad de superficie de cultivo es la mitad del correspondiente al total de España; ello es debido al elevado número de trabajadores agrícolas a tiempo parcial existente que es superior al 50% del total de trabajadores. Este hecho es especialmente destacable en la zona de influencia de General Motors.

La distribución territorial de esta población no es uniforme, siendo patente la muy escasa población agraria de amplias zonas de montaña. En las zonas bajas del Valle, especialmente en los regadíos, la concentración de población dedicada al sector primario a tiempo total o parcial es muy superior a la de los países de la U.E., aunque parece que en el futuro tenderán a equipararse debido al índice de envejecimiento y al abandono de la actividad agraria. En un futuro es previsible que exista, por una parte una mayor intensificación de los regadíos con la consiguiente ampliación de mano de obra y por otra parte una disminución de población agraria en los cultivos extensivos habida cuenta del incremento del tamaño de las explotaciones, consecuencia de una mayor tecnificación de la actividad.

2.4.2.2.3.- Tamaño de la explotación

Se puede hablar en general de explotaciones de pequeño tamaño, si lo comparamos con el nivel de los países competidores; así el 43% de las explotaciones tienen menos de 20 ha, un 24% entre 20 y 50 ha y sólo el 34% son explotaciones de mayor dimensión. Los cultivos extensivos tienen explotaciones inferiores a las técnicamente óptimas, mientras en los cultivos hortícolas y de frutales, en el caso de los grandes regadíos, poseen explotaciones adecuadas, similares a los de los países competidores.

2.4.2.2.4.- Características de la distribución de los cultivos

Considerando las tierras labradas, los porcentajes de ocupación de los cultivos más representativos son los siguientes:

 Distribución de los cultivos más representativos

Secano Regadío
Cultivo % sobre superficie labrada Cultivo % sobre superficie regada en el año
Cereales y barbecho 83,0 Cereales 28,2
Frutales 6,6 Maíz 18,6
Viñedo 5,3 Frutales 17,3
Olivar 4,8 Forrajeras 12,9
   Hortalizas y patata 8,2
   Arroz 3,1
   Otros 11,7

Respecto de la distribución de cultivos, puede decirse que en la mayor parte de los secanos de la cuenca la climatología restringe la producción prácticamente a los cereales de invierno; únicamente en la zona oriental de la cuenca, en las comarcas de Las Garrigas, Terra Alta, Matarraña, somontanos del Guadalope, etc., se desarrollan los cultivos mediterráneos de almendro y olivar. En cuanto a la vid existen enclaves en las zonas de denominación de origen (Rioja, Cariñena, Somontano, Priorato, Navarra, etc.), tendiendo a la desaparición del viñedo tradicional en el resto del territorio.

Como es lógico, la distribución temporal y espacial de los cultivos de regadío presenta una gran pluralidad. En los casos en los que el sistema de regadío goza de una alta garantía de suministro, al no ser el agua un factor limitante, existe la posibilidad de adaptación de los cultivos a los requerimientos de los mercados, de las prácticas agrarias y de las políticas comunitarias. Consecuentemente con lo expuesto, en los últimos años se ha registrado una tendencia a la sustitución de los cereales de invierno por alfalfas principalmente; también ha sido destacable el desarrollo del cultivo del arroz en los regadíos del interior. No obstante, se entiende que la existencia de zonas regables con infradotación estructural y las expectativas de escasez de recursos en los años de sequía para algunos de los grandes sistemas hacen difícil que el porcentaje de superficie dedicada a cereales de invierno se reduzca por debajo del 20% de la superficie de regadío.

En la situación actual podemos decir que el 68% de la superficie regada se destina a cultivos específicos de regadío y dentro de esta parcela el 27% corresponde a cultivos hortofrutícolas de alto rendimiento. Agregando los datos del Censo Agrario por Juntas de Explotación, los porcentajes que se obtienen son los siguientes:

Junta de Explotación

% Cultivos específicos regadío

% de cultivos hortofrutícolas de alto rendimiento

Nº 1 Cabecera del Ebro 76% 23%
Nº 2 Cuenca del Najerilla 85% 49%
Nº 3 Cuenca del Iregua 77% 61%
Nº 4 Cuenca afluentes al Ebro delde el Leza hasta el 45% 54%
Nº 5 Cuenca del Jalón 72% 47%
Nº 6 Cuenca del Huerva 71% 32%
Nº 7 Cuenca del Aguasvivas 25% 33%
Nº 8 Cuenca del Martín 65% 18%
Nº 9 Cuenca del Guadalope 68% 45%
Nº 10 Cuenca del Matarraña 66% 81%
Nº 11 Bajo Ebro 84% 96%
Nº 12 Cuenca del Segre 73% 24%
Nº 13 Cuencas del Ésera y Noguera Ribagorzana 61% 32%
Nº 14 Cuencas del Gállego y Cinca 59% 8%
Nº 15 Cuencas del Aragón y Arga 66% 7%
Nº 16 Cuencas del Irati, Arga y Ega 73% 41%
Nº 17 Cuenca del Bayas, Zadorra e Inglares 99% 57%

En los cultivos específicos de regadío se han incluido todos los cultivos excepto los cereales de invierno, el olivo, el almendro y la vid.

En los hortofrutícolas de alto rendimiento se han incluido coyunturalmente la patata y el arroz.

Así pues, una característica relevante de la cuenca del Ebro es la producción hortofrutícola, alcanzando del orden del 16% de la producción final agraria (P.F.A.). Además de la significación que este tipo de producción representa para el conjunto de la cuenca, es más de destacar el peso que supone para determinadas áreas concretas. Así, en cuencas como las del Tirón-Najerilla, Iregua, Leza-Huecha, Jalón, Matarraña, Bajo Ebro y Bayas-Zadorra la producción hortofrutícola se desarrolla en más del 50% del regadío. En otras partes, como en las zonas regables de los canales de Aragón y Cataluña y Urgell, la proporción de superficie dedicada a la producción hortofrutícola asciende hasta el 30%; este elevado porcentaje, unido a la gran extensión de las zonas regables citadas, hace que adquiera importancia a nivel nacional.

2.4.2.2.5.- Distribución espacial del empleo y la producción agraria

En lo concerniente a la distribución territorial de la producción agraria se constata que existe una marcada dualidad; así los veintidós municipios más productivos, Vitoria, Fraga, Monzón, Sariñena, Tamarite de Litera, Zaidín, Alcarrás, Almenar, Alpicat, Aitona, Lleida, Alfaro, Autol, Tudela, Amposta, Tortosa, Deltebre, Alcañiz, Caspe, Ejea, Tauste y Zaragoza con 139.000 ha de regadío producen el 16% del margen bruto agrario; por contra, los novecientos ochenta y tres municipios menos productivos producen un margen bruto similar.

En el siguiente cuadro se refleja el margen bruto agrario y la S.A.U. para distintos grupos de poblaciones agrupadas en función del margen bruto unitario agrario.

 Intervalos de Margen bruto por Término Municipal
Mpta

Número de municipios

Margen bruto del conjunto
Mpta

S.A.U. del conjunto 
ha

<100 983 4.950 438.640
100-200 306 43.108 969.171
200-500 231 71.897 1.011.256
500-1.000 73 48.334 439.485
>1.000 22 41.025 369.385
Total 1.613 245.314 4.227.937

Territorialmente esto representa que el 34% de la superficie agraria útil (S.A.U.) produce el 16,6% de la riqueza del sector agrario, mientras el 19,4% más rico del territorio produce el 36,4% de la riqueza, es decir, la productividad por ha es 3,88 veces mayor.

Un indicador desde el punto de vista del empleo podemos obtenerlo relacionando las U.T.A. con la S.A.U., lo que en el cuadro siguiente se ha hecho discretizando para diversos estratos de margen bruto agrario por municipio:

 Intervalos de Margen bruto por Término Municipal
Mpta

U.T.A. del conjunto

S.A.U. del conjunto
(ha)

U.T.A. 100
S.A.U.

 <100  28.899  1.438.640  2,0%
 100-200  26.289  969.171  2,7%
 200-500  37.570  1.011.256  3,7%
 500-1.000  22.675  439.485  5,2%
 >1.000  18.398  369.385  5,0%
 Total  133.832  4.277.937

Del cuadro anterior podemos deducir que desde el punto de vista de empleo existen zonas con más de dos veces en intensificación de mano de obra; son las que corresponden a los municipios de mayor margen bruto.

2.4.2.2.6.- Producción agraria y empleo en el regadío

Individualizando el regadío dentro del sector agrario y llevando el análisis a nivel de término municipal, a partir de los datos del Censo Agrario de 1989, podemos elaborar el siguiente cuadro:

Intervalo de Superficie de regadío por T.M. (ha)

Número de TT.MM.

Superficie del conjunto regada en la campaña (ha)

Margen Bruto Agrario del conjunto (Mpta)

S.A.U. del conjunto (ha)

 <100  1.049  21.474  68.070  2.005.511
 100-500  312  79.033  48.794  874.745
 500-1.000  98  68.659  24.526  278.308
 >1.000  155  410.484  103.952  1.069.373
 Suma  1.614  579.650  245.315  4.227.93

Esto nos lleva a apreciar el gran peso que el regadío tiene en la producción agraria: los 155 municipios que tienen más de 1.000 ha de regadío producen el 42% del margen bruto agrario, mientras que los 1.049 municipios con menos de 100 ha de regadío producen únicamente el 27% del margen bruto. Desde el punto de vista superficial vemos que el 25% de la superficie agraria útil, correspondiente a los municipios con más de 1.000 ha de regadío, produce el 40% del margen bruto, mientras que el 47% de la superficie agraria útil correspondiente a los términos con menos de 100 ha de regadío únicamente produce el 27% del margen bruto. Ciertamente estas conclusiones sobre el papel del regadío tienen una validez genérica ya que un mayor rigor nos obligaría a descontar el efecto del secano.

Para analizar la incidencia del regadío en la generación de empleo, en el cuadro siguiente se presentan las cifras de regadío, S.A.U. y U.T.A., desagregando según varios estratos de regadío por Término Municipal

Intervalo de Superficie de regadío por T.M. (ha)

Número de TT.MM.

Superficie del conjunto regada en la campaña (ha)

Margen Bruto Agrario del conjunto (Mpta)

S.A.U. del conjunto (ha)

<100 1.049 21.474 2.005.511 43.027
100-500 312 79.033 874.745 29.757
500-1.000 98 68.659 278.308 13.294
>1.000 155 410.484 1.069.373 47.754
Total 1.614 579.650 4.277.937 133.832

Es decir que los 253 TT.MM. con más de 500 ha de regadío, lo que representa el 32% de la superficie agraria útil, proporcionan el 45% del total de empleo agrario. Análogamente a lo dicho anteriormente, la elevada extensión del secano enmascara la importancia del regadío como generador de empleo ya que muchos de los municipios que tienen regadío también cuentan con grandes extensiones de secano y este aspecto se agudiza en las zonas esteparias del centro del valle donde el secano precisa muy poca mano de obra.

Dentro de las áreas regables constatamos que no todas tienen la misma productividad. El margen bruto por ha varía desde las 470.000 pta/ha en el caso de la zona de mayor productividad que son los regadíos del Najerilla-Iregua, hasta unas 180.000 pta/ha en el caso de Cinca-Monegros; esto nos lleva a concluir que el grado de maduración de los regadíos en la cuenca es muy variable. A continuación se incluye un cuadro con el margen bruto declarado por ha y las U.T.A. por ha para diversas zonas regables.

Zonas regables Margen Bruto/ha*
Mpta
UTA/ha
Najerilla-Iregua  0,47  0,40
Eje del Ebro  0,28  0,14
Bardenas  0,20  0,08
Cinca-Monegros  0,18  0,07
Aragón-Cataluña  0,28  0,12
Urgel-Piñana  0,36  0,16
Guadalope  0,36  0,21
Bajo Jalón  0,35  0,18
Delta del Ebro  0,40  0,21
Media  0,28  0,13

* Es el Margen Bruto declarado. Se estima que está infravalorado entre un 15% y un 20%.


2.4.2.2.7.- La ganadería

Según el estudio "Evaluación de la demanda ganadera en la cuenca del Ebro, 1ª Fase" llevado a cabo en 1993 por la Confederación con la asistencia técnica del Departamento de Anatomía de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza el estado promedio de cabezas de ganado en la cuenca era el siguiente:

Especie Nº de cabezas del día promedio del año
Bóvidos 624.538
Óvidos 7.586.223
Porcino 5.658.454
Aves 41.608.679

Las explotaciones de montaña con tamaños de explotación pequeña no son competitivas a nivel internacional, mientras que las grandes explotaciones ubicadas en las zonas regables de Lérida, Huesca, Zaragoza y Navarra son equiparables a las de los países de nuestro entorno. Estas zonas producen del orden del 80% del total de la carne de la cuenca y el 28% del total nacional.

La producción ganadera anual se obtiene multiplicando el número de cabezas del día promedio del año por un factor que adopta un valor distinto para cada especie y que refleja el tiempo medio que transcurre desde el nacimiento hasta el sacrificio. La producción ganadera en la cuenca del Ebro es del orden del 45% de la producción final agraria frente al 38% del conjunto español. El ciclo completo producción cerealística, producción ganadera y producción cárnica representaba en 1985 el 79% del total de producto final agrario y en los últimos años ha aumentado.

2.4.2.2.8.- Relación de la ganadería con el regadío

A continuación se presenta un cuadro en el que para diversos niveles de regadío por Término Municipal se dan los valores de las Unidades Ganaderas*, de la S.A.U. del conjunto y del cociente U.G./S.A.U.

Intervalos de Superficie regadío por T.M. (ha) S.A.U. del conjunto (ha) Unidades (U.G.) Ganaderas del conjunto U.G./S.A.U.
<100 2.005.511 729.642 0,37
100-500 874.745 385.079 0,43
500-1.000 278.308 192.265 0,69
>1.000 1.069.373 1.001.494 0,93
 Total 4.227.937 2.308.480

* Unidades Ganaderas (U.G.) es el equivalente al ganado que representaría una cabeza de ganado mayor. 1 U.G. equivale a 1 vaca lechera; el cerdo de cebo representa 0,3 U.G.


Se puede observar que la relación U.G./S.A.U. alcanza los mayores valores para los T.M. de altos índices de regadío, del orden del triple.

Para las diversas zonas regables, los valores que se obtienen son:

Zonas regables U.G./ha
Najerilla-Iregua 2,41
Eje del Ebro 1,46
Bardenas 1,60
Cinca-Monegros 1,75
Aragón-Cataluña 3,73
Urgel-Piñana 5,14
Guadalope 3,20
Bajo Jalón 4,27
Delta del Ebro 3,36
Media 2,75

 2.4.2.2.9.- Rendimientos de los cultivos. Comparaciones entre el secano y el regadío

Uno de los factores que tiene gran inluencia en la competitividad de la producción agrícola es el rendimiento de los cultivos. Ciertamente existen diferencias de productividades entre unas áreas de regadío y otras, pero de forma genérica puede constatarse que los rendimientos de los cultivos de las áreas de regadío son equiparables e incluso superiores a los que se obtienen para los mismos cultivos en los países desarrollados. Contrariamente, en los secanos del centro del valle los rendimientos son muy inferiores a la media de los correspondientes en los países citados. A continuación se reflejan las producciones medias para distintos cultivos en diversos espacios geográficos.

Rendimientos medios de cultivos 1986-1988
Área Trigo Cebada Maíz Arroz Patata Remolacha Girasol
Mundo  2.333  2.280  3.539  3.286  15.448  34.068  1.386
América N-C  2.211  2.636  5.499  5.078  28.900  46.483  1.392
Europa  4.417  3.852  5.947  5.290  21.993  43.149  1.866
Países Desarrollados  2.460  2.533  5.816  5.810  17.361  35.269  1.561
España secano  2.372  2.225  2.796    13.724  30.601  890
Ebro secano  2.947  2.373  3.278    14.151  30.012  819
España regadío  4.084  3.671  7.653  6.299  21.641  45.164  2.110
Ebro regadío  4.269  3.809  7.590  5.428  23.199  49.238  1.907

 

Rendimientos medios de cultivos 1986-1988
Área Soja Colza Tomate Pimiento Alcachofa Cebolla Guisante
Mundo 1.806  1.339  24.107  8.490  9.993  14.587  6.070
América N-C 2.103  1.345  37.454  9.064  12.723  33.566  7.447
Europa 2.351  2.686  37.017  16.735  9.911  20.450  7.817
Países Desarrollados 2.081  1.935  32.843  16.820  10.030  21.535  7.242
España secano 1.353  1.457  11.350  10.893  7.149  11.258  4.278
Ebro secano 1.338  1.560  10.458  8.372  4.655  10.963  3.871
España regadío 2.295  2.242 39.736  18.304  12.860  38.968  6.457
Ebro regadío 1.868  1.836  40.858  14.960  10.022  35.020  6.514

Estos datos proceden de la FAO y de Anuarios de Estadística Agraria del MAPA y elaboración propia.

Secano

En secano la producción de cereales por ha en la cuenca del Ebro en su conjunto es similar a la media española: 2.947 kg/ha en trigo y 2.373 kg/ha en cebada. Territorialmente existe una diferencia significativa entre los rendimientos por hectárea de las zonas altas de La Rioja, Burgos y Álava y los secanos de la cota inferior a 400 metros donde se dan producciones por hectárea inferiores a 2.000 kg, con el agravante de una irregularidad de rendimientos anuales muy amplia.

Estas producciones, similares a las de Portugal y Grecia, son muy inferiores a la media comunitaria. En el centro del Valle, son únicamente el 35% de la media de la U.E., que es de 5.000 kg/ha y el 31% de la media de E.E.U.U. que, según la O.C.D.E., es de 5.600 kg/ha.

En el caso del olivar el rendimiento medio de toda la cuenca es muy inferior a la media española, del orden del 50%. No obstante, la calidad del aceite es, por lo general, superior comercializándose en mejora de mezclas y como aceite virgen en usos selectivos. Un dato significativo es el incremento de rendimiento derivado de lo que viene denominándose riego de apoyo. En el Plan Maestro, para la implantación del riego de apoyo en Las Garrigas Sur, se establece que con una dotación de 1.450 m3/ha, la producción del olivar pasaría de 1.250 kg/ha a 4.600 kg/ha, rendimiento muy superior a la media española.

La producción de almendra en la cuenca supone el 17% del total de la producción española y el 14% de la europea, no obstante los rendimientos son muy variables en el tiempo e irregulares en el espacio, dependiendo en gran medida de la pluviosidad. También para la comarca de las Garrigas, donde la producción por hectárea es de 600 kg, en el Plan Maestro se prevé que con con un riego de apoyo de 1.450 m3/ha la producción pasaría a 3.000 kg/ha.

La producción de uva de la cuenca representa el 11% de la producción española y el 2% de la Europea. El cultivo de la vid se sitúa en zonas localizadas: La Rioja, Navarra, Campo de Cariñena, Campo de Borja, Priorato, Terra Alta, etc. Las producciones y calidad del producto son muy diferentes por lo que cada zona tiene su problemática específica. Álava y La Rioja tienen rendimientos próximos a la media nacional que es de 3.183 kg/ha, mientras que en Aragón y Cataluña son del 25% al 40% inferiores. 

Regadío

Las producciones medias de los cereales en los regadíos de la cuenca del Ebro son de 4.270 kg/ha para el trigo, de 3.809 kg/ha para la cebada, de 7.590 kg/ha para el maíz y de 5.248 kg/ha para el arroz. Para el maíz, así como para algunos tipos de arroz, trigo y cebada, los rendimientos son superiores a la media europea.

En hortalizas, los rendimientos por hectárea que se obtienen para la alcachofa, cebolla, guisantes y espárragos son superiores a la media de los que se obtienen en la U.E., situándose para otros productos en una posición similar. A nivel internacional, los rendimientos hortícolas se situarían en una posición muy destacada.

Dentro de la producción de forrajes destaca la alfalfa. Las producciones medias se sitúan sobre los 60.000 kg/ha, por encima de la media española (54.887 kg/ha).

Los rendimientos de la producción de melocotón, manzana y pera son superiores a la media española y ligeramente inferiores a la media de los países comunitarios.

Como producción estratégica en el futuro, debido al déficit maderero de la U.E. más que como realidad presente, figura la utilización del regadío en la producción maderera, especialmente en chopo, cuyos rendimientos medios por hectárea se sitúan en 30 m3/ha/año.

Resumiendo este apartado, se puede manifestar que, frente a la debilidad productiva del secano de la cuenca del Ebro, el regadío tiene unos rendimientos comparables a los de la U.E. y a los de los principales países productores a escala internacional.

2.4.2.2.10.- Comercialización

Cereales y carne

El mercado de cereales está controlado por las cooperativas de productores destacando la Unión Territorial de Cooperativas (UTECO) en Aragón y Navarra, la Agrupación de Cooperativas de las Tierras de Lérida, las Asociaciones de Productores Agrarios (A.P.A.) de Rioja y las pequeñas cooperativas de Burgos y Soria (aunque en este caso no existen cooperativas de 2º grado, controlando este mercado los grandes almacenistas).

El destino de la producción es endógeno: las harineras, fábricas de piensos para la población ganadera y almidoneras del valle consumen prácticamente toda la producción.

La carne se comercializa a través de grandes organizaciones que controlan la producción siendo las más significativas la Cooperativa Agraria de Guissona, Copaga, Valls Companys y la Cooperativa Provincial de Ganado Porcino de Navarra que controlan el 60% del mercado porcino. Cinco APAS controlan gran parte del ganado ovino de Aragón y Guissona, Grupo Doux y Fabra Roig controlan un alto porcentaje de la producción de pollos y huevos.

Las industrias transformadoras de carne, algunas de ellas competitivas a escala internacional, se encuentran en gran parte dentro de la cuenca y principalmente en el área del Canal de Aragón y Cataluña (Binéfar). Existen asimismo otros centros de sacrificio en los puntos de consumo próximos a la cuenca, como Barcelona y el País Vasco.

Hortalizas

La producción de hortalizas se concentra en los regadíos tradicionales del Ebro medio, Rioja, Navarra y en el Delta del Ebro. En el primer caso, la finalidad principal de la producción es la industrialización en conserveras o fábricas de congelados. En Navarra se estima que globalmente va a este destino el 85% del total, el resto se destina para consumo en fresco en el País Vasco y Madrid. En el proceso de comercialización intervienen en general las asociaciones de productores UTECO y APAS.

A nivel internacional estos productos pueden tener un desarrollo intenso, pero siempre subordinados a un mayor dinamismo en la implantación de una comercialización exterior.

Frutas

El mercado comunitario es deficitario en algunas variedades de fruta como pera y melocotón temprano o tardío. La red de comercialización sobre todo en las zonas regables de Huesca y Lérida con un fuerte asociacionismo es competitiva, y así, tanto la Agrupación de Cooperativas de las tierras de Lérida como Merco que mueve la mayor parte de la fruta de los regadíos catalanes y aragoneses tienen una considerable implantación internacional. La exportación de fruta representa el 50% de las exportaciones totales agrícolas y su cuota de mercado puede ampliarse considerablemente con una adaptación de las variedades.

Forrajes

La producción de forrajes se encuentra muy concentrada en los grandes regadíos del Eje del Ebro de Huesca y Lérida y está unida a industrias de deshidratación. Una gran parte de la producción se destina a la exportación a la C.E.E. y países mediterráneos. Los forrajes de los regadíos del Valle del Ebro tienen unas posibilidades de desarrollo importantes, tanto como componentes de piensos para la ganadería del Valle como para la exportación.

Vid, olivo y frutos secos

Dentro del valle existe dualidad en cuanto al futuro de la vid: así mientras La Rioja tiene apoyo de la C.E.E. para ampliar la zona de viñedo en 800 ha y el mercado exterior del vino (30% de la producción total de Rioja) está en claro desarrollo, otras áreas productoras tienen el lastre de que tanto en calidad como en rendimientos no son competitivas. Mención especial merecen los viñedos de Tarragona comercializados en su mayor parte con denominación de origen Priorato con gran implantación en el mercado exterior.

La producción olivarera se concentra en el Bajo Aragón, Lérida y Tarragona. La comercialización dedicada al mercado interior en su mayor parte se realiza a través de cooperativas de primer grado. El mercado exterior dirigido casi exclusivamente hacia Italia es realizado por Lérida y Tarragona. La C.E.E. prima las ayudas tanto a las áreas productoras como al consumo, tratando de reducir las ventajas productivas del aceite de semilla. El futuro es halagüeño si a la excelente calidad del producto se le añade un incremento y regularidad en la producción, con una ampliación de la superficie de cultivo y sobre todo con una ampliación del riego de apoyo que permita unos rendimientos estables y superiores a los países competidores. Por otro lado la red de comercialización está excesivamente atomizada para conseguir una implantación adecuada en los mercados internacionales.

La comercialización de frutos secos está monopolizada por Tarragona a través de cooperativas de 2º grado y un APA específica de frutos secos. La avellana en su mayor parte se destina a la exportación, mientras la almendra va al mercado interior como componente de otros productos transformados. El reto planteado a este producto en el mercado internacional, viene derivado de la diferencia de rendimientos con los productores norteamericanos, lo que exige una política de incremento de producción por hectárea mediante la implantación de riegos de apoyo.

2.4.2.3.- Acuicultura y Pesca Continental

2.4.2.3.1.- Acuicultura

Dentro de la cuenca del Ebro existen, según la última revisión del inventario, 40 instalaciones en uso que obtienen una producción de trucha para consumo humano de 5.400 T. La participación en el contexto nacional, 15.806 T, representa el 34,2%.

Existen además tres piscifactorías para producción de peces ornamentales cuya producción, en un porcentaje significativo, se destina a la exportación.

2.4.2.3.1.1.- Situación de las explotaciones

Dentro de este sector puede hablarse de dos tipos de instalaciones, aquellas que por su tamaño y gestión empresarial son competitivas a nivel nacional como Truchas del Segre, la mayor a nivel nacional, y otras de pequeño tamaño en período de recesión y que comercializan a nivel local.

De las primeras en la cuenca existen siete que acaparan cerca del 80% de la producción de Trucha Arco Iris.

Según el Programa de Orientación Plurianual de la Acuicultura 1987-1991 del M.A.P.A., los problemas del sector relacionados con la estructura empresarial son:

I) La existencia de muchas instalaciones obsoletas técnicamente

II) Las mortalidades debidas al estiaje

III) Contaminación del efluente

En el caso de la cuenca del Ebro los tres aspectos son destacables. El estiaje ha sido severo sobre todo en aquellas piscifactorías situadas en la cabecera del Ebro y en las de La Rioja, teniéndose que recurrir a la recirculación del recurso hídrico. Además hay que unir a ello la necesidad de inversiones cuantiosas a realizar en poco tiempo para corregir la calidad de los vertidos.

2.4.2.3.1.2.- Comercialización

La mayor parte de la producción de trucha se vende en el mercado interior (el 98% de la producción del año 1986), y comercializándose en fresco el 93% de la producción, congelado el 3%, ahumado el 3% y enlatado el 1%.

El Programa Plurianual de la Acuicultura 1987-1991 preveía la estabilización de la demanda del mercado interior en fresco y un ligero incremento (2,5% en este período) en el consumo de las otras modalidades. En el mercado exterior las exportaciones españolas chocan con una competencia fuerte, habida cuenta de las grandes explotaciones de la C.E.E. y sobre todo de E.E.U.U.

Con esta atonía del mercado, los productores españoles y en concreto los de la cuenca del Ebro, se ven obligados a realizar una reconversión tendente a abaratar precios en el triple frente: mejora de las instalaciones y utilización óptima de las mismas en función de los caudales disponibles, mejora en las técnicas de reproducción y engorde, y especialmente en la adaptación en el tiempo a la demanda.

2.4.2.3.2.- Pesca Continental

Esta actividad no resulta significativa por su peso económico pero sí como generadora de otra de tipo terciario importante desde la perspectiva de la planificación hidrológica.

Según datos obtenidos del Anuario Estadístico del M.A.P.A. de 1988, el volumen de pesca extraído de los ríos de la cuenca del Ebro es de 1.600 T generando un valor de 844 millones/año. La especie más significativa es la Trucha con un 50% aproximadamente de las capturas y el 85% del valor de la pesca total.

2.4.2.3.3.- La pesca en el Delta

El Ebro, al igual que otros grandes ríos a nivel mundial, genera unos entornos pesqueros en su desembocadura mucho más ricos que los de otros tramos de la costa. Los aportes de sólidos con sus nutrientes y el ecosistema favorece entre otros factores el desarrollo de una fauna píscícola importante aunque no fácilmente evaluable.

Según un estudio específico realizado por la CHE los puertos pesqueros cuyas embarcaciones faenan en la plataforma del Delta son Ametlla de Mar, Amposta, San Carlos de la Rápita, Casas de Alcanar, Vinaroz, Benicarló y Peñíscola.

La importancia económica se refleja en los siguientes datos proporcionados por la Lonja de San Carlos para el año 1989:

Embarcaciones
502 ud
Tripulantes
1.781 personas
Kilos de pesca en Lonja
17.172 T
Valor
5.969 Mpta

Por su importancia el puerto más destacado es San Carlos de la Rápita con un 34% del valor de la producción. Le sigue Ametlla de Mar y Vinaroz con el 20% y 17% del valor de la producción.

Dentro de las capturas, en San Carlos, los peces representan el 63% de la producción y el 58% del valor, los crustáceos el 17% de la producción y el 19% del valor total producido, y los moluscos el 20% de la producción y el 23% del valor.

2.4.2.4.- Sector Industrial

Como puede verse en el cuadro de macromagnitudes del principio de este capítulo, la producción industrial en la cuenca del Ebro está siete puntos en porcentaje del V.A.B. por encima de la media española. El porcentaje de población ocupada en el sector secundario está también cinco puntos por encima del valor correspondiente de la media del sector en España. Pero esto no quiere decir que el valle del Ebro sea una región industrial, más bien lo que ocurre es que en el valle del Ebro hay grandes concentraciones industriales con extensos espacios sin tan apenas presencia de actividad industrial.

Esta característica se hace patente en el cuadro siguiente en el que se presentan varios indicadores que permiten obtener una idea de dicha concentración.

Intervalos de número de trabajadores industriales por T.M. Número de TT.MM.* Trab. ind. intervalo 100
Total trab. Ind.
<5 995 0,10%
5-25 272 1,20%
25-100 205 4,10%
100-500 149 14,40%
500-5.000 78 36,40%
>5.000 6 43,80%

Fuente: Estudio de la demanda industrial en el ámbito de la cuenca del Ebro (CHE 1992).

La industria metálica ocupa el 40,2% de los trabajadores industriales, seguida de la alimentaria, textil y madera. En el cuadro siguiente se refleja la distribución del empleo industrial según los distintos subsectores.


* Incluídos todos los municipios que tienen parte del territorio en la cuenca del Ebro.


Subsector Trab.Subsector. 100
Total Trab. Ind.
Minería 2,1%
Siderurgia 2,6%
Cerámica 4,8%
Química 3,9%
Ind. Metálica 40,2%
Ind. Alimentaria 15,9%
Ind. Textil 12,1%
Ind Madera 6,8%
Ind. Papel 4,7%
Otros 6,9%

Fuente: Estudio de la demanda industrial en el ámbito de la cuenca del Ebro (CHE 1992).

Y una desagregación espacial por Juntas de Explotación nos daría el cuadro siguiente:

 Junta de Explot. Denominación  % Trabaj.
1  Cabecera del Ebro 34,0 %
2  Cuenca del Najerilla 1,7 %
3  Cuenca del Iregua 5,7 %
4  Cuencas afluentes al Ebro desde el Leza hasta el Huecha 4,6 %
5  Cuenca del Jalón 2,9 %
6  Cuenca del Huerva <1,0 %
7  Cuenca del Aguasvivas <1,0 %
8  Cuenca del Martín <1,0 %
9  Cuenca del Guadalope 2,2 %
10  Cuenca del Matarraña <1,0 %
11  Bajo Ebro 3,9 %
12  Cuenca del Segre 4,6 %
13  Cuencas del Ésera y Noguera Ribagorzana 4,5 %
14  Cuencas del Gállego y Cinca 3,3 %
15  Cuencas del Aragón y Arba 1,6 %
16  Cuencas del Irati, Arga y Ega 16,9 %
17  Cuencas del Bayas, Zadorra e Inglares 12,4 %

Fuente: Estudio de la demanda industrial en el ámbito de la cuenca del Ebro (CHE 1992).

De él deducimos que la industria se encuentra en el corredor del Ebro, la comarca de Pamplona, el entorno de Miranda y Vitoria. En estas zonas se ubica cerca del 70% de la actividad industrial.

Se ha generalizado la instalación de polígonos industriales en las principales poblaciones de la cuenca. En la actualidad existen censados más de un centenar, con una superficie ocupada cercana a las 5.000 ha, distribuidas principalmente en las Juntas de Explotación 1 (Cabecera del Ebro), 5 (Cuenca del Jalón), 14 (Cuencas del Gállego y Cinca), 6 (Cuenca del Huerva) y 17 (Cuencas del Bayas, Zadorra e Inglares). El grado de ocupación promedio actual es del orden del 70%. En estos emplazamientos no suelen situarse las industrias más consuntivas de agua, ya que el elevado coste de este factor no incentiva este tipo de iniciativas.

Del análisis de los cuadros anteriores se deducen las consideraciones siguientes:

Desde el punto de vista sectorial, la industria metálica es la de mayor importancia y geográficamente se concentra sobre todo en el eje del Ebro y Navarra. Zaragoza constituye el área más desarrollada al respecto, singularmente debido a la factoría de General Motors en Figueruelas, pero también a la existencia de polígonos industriales sus proximidades. Logroño, Miranda de Ebro, Tortosa y Reinosa son también centros fabriles notables del corredor ibérico.

Por su parte, la producción metálica en Navarra está muy diversificada tanto desde el punto de vista sectorial como geográfico, con importantes centros fabriles en Pamplona y sus alrededores, Irurzun, Estella, Tafalla y Tudela.

Para el resto de los subsectores industriales los aspectos a destacar son los siguientes:

- Productos energéticos. El área es excedentaria en energía, cuya producción procede de una multiplicidad de fuentes. Ante todo las centrales nucleares de Santa Mª de Garoña y Ascó y las centrales térmicas que utilizan el carbón extraído en la provincia de Teruel (Andorra, Escucha) o de otras procedencias (Escatrón). Son destacables igualmente los potenciales hidroeléctricos pirenaicos y del eje del Ebro, explotados sobre todo en Lérida y Huesca, pero también distribuidos en otros puntos de la cuenca. La producción energética del conjunto es del orden de 27.000 GWh/año. El subsector energético es el segundo en importancia en la cuenca por su valor añadido, y exporta sus excedentes a Cataluña y País Valenciano. Emplea comparativamente muy poco personal y sus perspectivas de crecimiento están recogidas en el P.E.N.

- Alimentación, bebidas y tabaco. El subsector agroindustrial es muy importante como lo refleja el hecho de que el V.A.B. de este subsector para el centro del Valle del Ebro representa el 75% del V.A.B. del Levante español. Es un sector tradicional, en el que predomina la pequeña explotación, y con importante generación de empleo, superior al 16% de los asalariados industriales. Su productividad es también superior a la media nacional del sector. Incluye tres subsectores de gran importancia: vinos, conservas vegetales y cárnicos. El primero de ellos asiste a un contradictorio futuro así, mientras los vinos de calidad de Rioja, Somontano, etc. tienen unas buenas perspectivas, los vinos de baja calidad pueden verse afectados por las restricciones comunitarias. Las conservas vegetales están muy desarrolladas en La Rioja, Navarra y parte de Aragón, y permiten dar salida a los importantes excedentes de las cosechas de hortalizas de estación; aunque no se sustrae a la influencia de grandes grupos industriales, la mayor parte de la producción es local, artesana, dinámica y con importantes perspectivas de futuro. Por último, la producción cárnica se basa en el porcino y se concentra en Lérida, con destacables participaciones de Aragón, Navarra, Soria y Burgos. La producción está mayoritariamente en manos de grandes empresas y su mercado es casi íntegramente interior. Otras producciones como lácteos, harinas, aceites o repostería, tienen menos trascendencia económica.

- Textiles, cuero y calzado. Su importancia es menor de la que le correspondería proporcionalmente en el contexto nacional, a pesar de lo cual emplea casi tantos operarios como el sector alimentario. Se centra en sectores como la confección y el calzado (Arnedo, cuenca del Aranda en Zaragoza) y se estructura en pequeñas empresas con baja capitalización y problemático futuro. Está actualmente en proceso de reconversión.

- Material de transporte. Está vinculado a la industria de la automoción y constituye por ello un sector fuertemente cíclico que en el momento actual atraviesa una coyuntura favorable. Este problema es tanto más sensible cuando se contempla la fuerte inversión realizada en los últimos años por las grandes empresas del automóvil en las proximidades de Zaragoza (Figueruelas) y Pamplona (Olza). Al amparo de estas factorías han proliferado industrias auxiliares de neumáticos, plásticos, metales, recubrimientos y otras.

- Químicas. Los puntos más característicos de esta industria están situados en Álava, Miranda de Ebro, Sabiñánigo, Monzón, Zaragoza capital y Flix. Todas ellas están sometidas a la doble amenaza de una creciente competencia exterior y el reto de enfrentar la depuración de sus vertidos para producir en condiciones que no puedan ser calificadas de dumping por la comunidad internacional. El nivel de empleo es ligeramente superior al promedio como corresponde a un entramado empresarial de tamaño inferior al de las grandes industrias de base.

- Otros sectores. Cabe citar las industrias extractivas de potasa y magnesita en Navarra; lignitos en Teruel; glauberita en el río Tirón; papeleras en Miranda, Allo, Zaragoza, El Burgo de Ebro, Olza etc., con algunos centros adicionales en Lérida y La Rioja; metálicas básicas en Reinosa; industrias del mueble distribuidas en los polígonos industriales de las ciudades; industrias auxiliares de la construcción vinculadas a los principales yacimientos minerales.

- Construcción. En la cuenca del Ebro, la participación porcentual de la construcción en el P.I.B. es ligeramente inferior a la media española. El sector se caracteriza por el predominio de la pequeña y mediana empresa, no siempre con vocación de continuidad. Zaragoza dispone de algunas compañías que pueden calificarse de grandes, pero en promedio el territorio tiene una estructura industrial de poca entidad relativa. El nivel de empleo es ligeramente superior al nacional, y le corresponden casi la cuarta parte de los asalariados del sector secundario. Es también un sector cíclico con un alto grado de precariedad en el empleo.

2.4.2.5.- Sector servicios

Dentro de la cuenca del Ebro el sector servicios tiene un desarrollo inferior a la media española tanto en porcentaje de trabajadores como en porcentaje de P.I.B. generado. Como se pone de manifiesto en el cuadro de macromagnitudes del principio del capítulo, en la cuenca del Ebro este sector está seis puntos por debajo de la media nacional en el porcentaje de empleo y nueve puntos, también por debajo, en el porcentaje de P.I.B.

Una de las causas de la poca importancia del sector servicios es el carácter de tránsito que tienen los grandes núcleos como Zaragoza, Lérida y Logroño y sobre todo el que no existe un potente sector turístico. No obstante, desde la perspectiva de la planificación hidrológica el turismo cuyo fin es el disfrute de la naturaleza, tiene un auge muy significativo; así el desarrollo en los últimos años ha supuesto unos incrementos en la relación 5 a 1 sobre el nacional. En el caso concreto de Lérida, en los últimos años ha habido aumentos de hasta el 70%.

Por lo que respecta a los servicios financieros, conviene destacar que los depósitos bancarios en entidades de la cuenca superan a los créditos concedidos, aspecto que desgraciadamente es una indicación de bajo nivel de desarrollo previsible.

En el área de las comunicaciones, la región utiliza adecuadamente el corredor natural constituido por el río, a lo largo del cual discurren ferrocarril y autopista, vertebrando de este modo el territorio. Otras ramificaciones importantes son las que aseguran la comunicación con Francia a través de Pamplona y Barcelona y con Madrid remontando el Jalón. El turismo de invierno es un acicate para potenciar las vías de acceso al Pirineo, pero otras comunicaciones tradicionales como el Camino de Santiago, el acceso desde Logroño a la Meseta, las vías de enlace con la Comunidad Valenciana estan en vías de modernización. En el nuevo plan de carreteras se preve la construcción de la autovía Somport-Sagunto que vertebrará el Valle de Norte a Sur. Los planes de fomento de la Gran Velocidad ferroviaria prevén una línea de Madrid a Barcelona por Zaragoza y de esta ciudad a Bilbao y frontera francesa por Pamplona. Por su parte, la densidad de la red de carreteras es mayor que la nacional, por número de habitantes (7,79 frente a 3,81 km/1.000 hab.), pero ligeramente inferior en superficie (26,56 frente a 30,35 km/100 km2), lo que resulta coherente con la realidad de una baja densidad de población. Los índices de velocidad son equiparables.

La actividad comercial no puede considerarse un subsector destacado en el contexto nacional. Según algunos estudiosos interpretan (R. Cuadrado), se aprecia incluso una pérdida de empleo global en el mismo durante los últimos años. El comercio está sufriendo una reestructuración que incluye la aparición de grandes áreas supramunicipales de venta, en competencia con el pequeño comerciante tradicional. A gran escala, la actividad comercial se estructura a partir de centros urbanos característicos: Medina de Pomar, Briviesca, Reinosa, Jaca, Barbastro, Fraga, Tudela, Tafalla, Estella, Alsasua, Haro, Calahorra, Nájera, Sto. Domingo de la Calzada, Tortosa, Amposta, Alcañiz, Calatayud, Caspe, Tarazona, Balaguer, Borjas Blancas, Cervera, Mollerusa, Seo de Urgel y Tárrega. Por supuesto hay que incluir a todas las capitales de provincia, algunas de las cuales trascienden incluso su ámbito provincial, como Lérida, Zaragoza, Pamplona y Logroño. Por el contrario, ciertas poblaciones importantes por su agricultura o industria, son sin embargo poco relevantes desde el punto de vista comercial; en este grupo pueden incluirse Sabiñánigo, ciudades del Alfoz de Pamplona, Arnedo, Alfaro, Flix, Andorra, Tauste y Zuera.

En el ámbito de los Servicios Sociales, la situación de la cuenca está en mejores condiciones que el promedio nacional en dotación sanitaria. En efecto, cuenta con una cama hospitalaria por cada 160 hab., frente a los 212 del conjunto nacional. Es necesario matizar que esta oferta se concentra en las capitales y que Lérida y Huesca están incluso por debajo de la media nacional.

La oferta docente, en continua renovación, se centra en dos Universidades Públicas: Zaragoza y Navarra; una privada, en Pamplona. Estudios de Magisterio, Enfermería y Filosofía y Letras en todas las capitales de provincias, e Ingeniería Agronómica en Lérida.

Mención especial merece el sector turístico, con un desarrollo claramente superior al nacional (en relación de 5 a 1) y aumentos de hasta el 70% en los últimos 15 años en Lérida. Se trata fundamentalmente del fomento de deportes de invierno, montañismo, acampada, estancias balnearias y viajes de recreo amparados en las bellezas naturales de la zona. El sector emplea del orden de 50.000 personas.

En los últimos años ha adquirido notable interés la práctica del rafting y otros deportes de aventura ligados a los cursos de agua de las cabeceras pirenaicas y prepirenaicas. De la importancia que el turismo y los deportes a él ligados tienen para el mantenimiento de estas comarcas nos puede servir de referencia el caso del Noguera Pallaresa en el que tienen lugar unos 70.000 descensos-hombre-año. En esta cuenca, este deporte de primavera junto con el turismo veraniego y el esquí invernal son los elementos dinamizadores de la economía de la zona.

2.5.- INFRAESTRUCTURAS PARA APROVECHAMIENTOS HIDRÁULICOS ACTUALES

Le corresponden las siguientes láminas:

2.5.1.- Infraestructuras de regulación

En la cuenca del Ebro hay inventariadas 170 grandes presas, si bien en algunos casos, como en La Sotonera, varias presas corresponden a un solo embalse. El número de embalses es 138. El objetivo de las presas no siempre es la regulación de caudales, sino que en ocasiones se trata simplemente de estructuras de derivación de características tales que deben ser clasificadas como gran presa.

El objetivo de las obras cuya misión fundamental es la regulación es variado: regulación hidroeléctrica, para riegos, abastecimientos o cualquier combinación de ellas. Subsidiariamente permiten en muchos casos el aprovechamiento con fines recreativos, si bien no existe ninguna en que sea éste el objetivo básico y siempre producen una laminación de avenidas, con mayor o menor efecto

La capacidad total de embalse es de 6.837,7 hm3, con el desglose siguiente:

Nº embalses C= Capacidad de embalse unitario Capacidad total (hm3)
3  C> 500 hm3  2.751,8
4  500 hm3 > C > 250 hm3  1.552,6
7  250 hm3 > C > 100 hm3 1.195,2
9  100 hm3 > C > 50 hm3  652,7
6  50 hm3 > C > 25 hm3  177,3
20  25 hm3 > C > 10 hm3  307,2
14  10 hm3 > C >5 hm3  96,8
75  5 hm3 > C > 0 hm3  104,1
 TOTAL 138    6.837,7

Los embalses de mayor capacidad son Mequinenza (1.533 hm3) en el Ebro, Canelles (678 hm3) en el Noguera Ribagorzana, embalse del Ebro (549 hm3) en la cabecera del Eje y Yesa (447 hm3) en el Aragón. Les siguen Mediano, El Grado, Ribarroja, Santa Ana, etc.

Las empresas hidroeléctricas son propietarias de 90 grandes presas, correspondiendo 26 a FECSA, 14 a EASA, 11 a ENHER, 11 a Iberduero, 8 a ERZ, etc. El Estado cuenta con 38 presas en explotación. También poseen presas las comunidades de regantes, los ayuntamientos, etc.

Los cursos con mayor capacidad de embalse son el Eje del Ebro con 2.381 hm3, la cuenca del Segre con 1.734 hm3, la cuenca del Cinca con 981 hm3, la cuenca del Gállego con 388 hm3 y la cuenca del Aragón con 464 hm3.

No obstante una mejor información puede obtenerse de la relación entre la capacidad de embalse y la aportación al régimen natural. En este sentido los ratios más altos se obtendrían para el Noguera Ribagorzana con más del 100%, el Guadalope y el eje del Cinca mayor del 60%, el Zadorra, el Gállego, el Aragón aguas arriba de Yesa y el Noguera Pallaresa con el 30%. Finalmente conviene resaltar diversos casos significativos: en el Segre aguas arriba del Pallaresa el ratio actual es menor del 10%, pero con Rialp se llegará al 40%, en el Ésera el valor es algo superior al 10%, y el Nela, con una aportación superior a los 500 hm3/año, carece de regulación.

2.5.2.- Conducciones de abastecimiento

En la cuenca existen sistemas de abastecimiento a más de 6.000 núcleos de población. La Comisaría de Aguas ha efectuado un inventario que refleja las características de los abastecimientos de los núcleos o de 1.000 habitantes. En base a dicho inventario se ha obtenido la red de medida de calidad para abastecimiento

Especial mención merecen las tomas de abastecimiento en los canales Imperial, Bardenas, Urgel, Monegros y Cinca. Si bien el volumen para abastecimiento es de poca importancia respecto a la capacidad de transporte del canal, las tomas de abastecimiento complican la explotación, ya que frecuentemente las localidades no disponen de depósitos de reserva para almacenar volúmenes necesarios durante las cortas accidentales o programadas.

También destacan las siguientes mancomunidades de abastecimiento: Comarca de Pamplona, Montejurra, Mairaga, Monegros, Monegros II, Las Garrigas, Terra Alta, Oca, Aguas del Moncayo, Aguas del Huecha, Aguas del Aranda, Aguas de Torres de Berrellén-La Joyosa-La Marlofa, Aguas de Cuarte-Cadrete, Aguas de Aguas Vivas y Aguas del Bajo Martín.

2.5.3.- Conducciones de riego

De acuerdo con el inventario de aprovechamientos de Comisaría de Aguas, en la cuenca hay 784.000 ha concesionales, de las cuales 445.000 corresponden a los grandes sistemas de riego y el resto a los llamados pequeños regadíos.

En algunos casos los grandes canales de regadío sirven a varios usos, principalmente para abastecimiento urbano. También existen intercalados en los canales algunos aprovechamientos hidroeléctricos. En definitiva se trataría de conducciones multipropósito que, no obstante, atendiendo al uso principal, se consideran como conducciones de riego.

Dentro de los numerosos regadíos existentes en la cuenca, existe una gradación desde los que corresponden a pequeños aprovechamientos inferiores a 1 ha hasta aquellos cuyo orden de magnitud son las 100.000 ha. Por ello conviene separar los aprovechamientos de regadío en: grandes sistemas, sistemas intermedios y pequeños regadíos, aún a sabiendas que tal diferenciación puede considerarse un tanto arbitraria.

Dentro de los grandes sistemas, suministrados por grandes canales, destacan los de Lodosa, Tauste, Imperial de Aragón, Delta (m.d. y m.i.), Bardenas, Riegos del Alto Aragón, Aragón y Cataluña, Urgel y Najerilla.

Los sistemas intermedios también cuentan con canales y acequias significativos, destacando los regadíos "tradicionales" de las partes medias-bajas de las cuencas más importantes: Ebro, Aragón, Gállego, Cinca, Noguera Ribagorzana-Segre, Jalón y Guadalope.

En los pequeños regadíos se incluyen los regadíos tradicionales del resto de las cuencas y los pequeños regadíos situados aguas arriba de las regulaciones. Sus conducciones suelen ser acequias de pequeña capacidad y longitud.

2.5.4.- Infraestructuras hidroeléctricas

Actualmente existen 240 centrales hidroeléctricas en funcionamiento con una potencia total de 3.745,32 Mw (según la base de datos del GIS Ebro, elaborada con datos de diversas fuentes, y que incluye centrales no integradas en UNESA). La producción total según la publicación "Estadística de la Producción Hidroeléctrica de 1991" de la D.G.O.H. fue de 5.387 Gwh. Estos datos son sensiblemente coincidentes con la estadística del M.I.N.E.R., que da una potencia de 3.603 Mw y una producción de 5.400 Gwh. La mayor potencia instalada está en la cuenca del Noguera Pallaresa con 999 Mw, de los cuales 450 corresponden al salto reversible de Estany Gento-Sallente. Le sigue el Eje del Ebro con 868 Mw, el Noguera Ribagorzana con 577, la cuenca del Cinca con 397, el Garona con 256 y el Gállego con 243.

En cuanto a producción media de los años 1987-90, las centrales del Eje del Ebro produjeron 868 Gwh, las del N. Ribagorzana 989, las del Cinca 1.044, las del N. Pallaresa 989, las del Gállego 694 y las del Garona 593 Gwh.

2.5.5.- Instalaciones de acuicultura

En la cuenca hay inventariadas 80 instalaciones de acuicultura, de las cuales 65 corresponden a acuicultura continental y 15 a acuicultura marina. De ellas están operativas 51 y 11 respectivamente.

La piscifactorías continentales se dedican principalmente a la trucha, existiendo algunas de anguilas, peces ornamentales, recreativas y de ranas.

La instalación más importante es la de Truchas del Segre, la mayor a nivel nacional, situada aguas abajo del embalse de Oliana. Le siguen la piscifactoría de Yesa, situada aguas abajo del propio embalse, y la de Alfarrás, situada aguas abajo del embalse de Santa Ana.

2.5.6.- Infraestructuras de defensa frente a avenidas

No se dispone de un inventario de todas las obras de defensa existentes en la cuenca del Ebro. En embargo, destacan por haber sido objeto de un gran número de actuaciones, el propio Eje del Ebro y los cauces de las cuencas del Gállego, Cinca, Segre, Jalón y Garona. La relación de actuaciones sería interminable, por lo que se mencionan brevemente las principales.

Respecto al Eje del Ebro, en el tramo comprendido entre Logroño y Sástago se han inventariado 418 actuaciones de defensa, que suponen una longitud de 426 km de margen protegida. Las obras más abundantes consisten en diques de tierra, escolleras naturales y artificiales, masas de hormigón, espigones y dragados. En el resto del Eje es significativo el encauzamiento con muros en Tortosa.

En el río Gállego existen defensas con escolleras entre Biescas y Sabiñánigo, meandros rectificados en Gurrea de Gállego, La Paúl y San Mateo (en algunos casos con escollera). En el tramo entre azud de Camarera hasta la desembocadura existen numerosas actuaciones de dragado, defensas de escollera y muros de hormigón. De los restantes cauces de la cuenca destacan los encauzamientos y escolleras del Gorgol, Aras (con muros y lecho revestido) y el barranco de La Violada.

El río Cinca cuenta con escolleras entre Escalona y Aínsa y en algunos tramos entre Bielsa y Escalona. Aguas abajo del embalse de El Grado son numerosos los dragados y defensas de escollera, destacando el encauzamiento con muros y escolleras en Fraga. También destacan las defensas del Cinqueta, con escolleras en los alrededores de San Juan de Plan y desde Salinas a la desembocadura, y del Ara, con escolleras entre Boltaña y Aínsa y en los alrededores de Broto. En el Ésera existen defensas con escollera en Eriste, Castejón de Sos y Villanova. En Graus está canalizado con muros de hormigón. En el Isábena existen defensas de escollera a la altura de Biescas de Obarra. Otras actuaciones significativas en la cuenca son las del Isuela, canalizado en Huesca y con escolleras y motas aguas abajo, el Vero canalizado en Barbastro, etc.

En la cuenca del Segre se realizaron numerosas actuaciones a raíz de la avenida de noviembre de 1982, dragándose prácticamente todos los tramos de las cabeceras hasta Oliana y protegiéndose numerosos meandros con escollera. Los encauzamientos más significativos son el de Martinet y Seo de Urgel, éste último de unos 5 km con escollera en ambas márgenes. En el Segre aguas abajo del embalse de Oliana son numerosos los tramos dragados y encauzados destacando la canalización con muros en Balaguer y en Lérida, recientemente terminado. En la cuenca del Pallaresa existen actuaciones de defensa en Llavorsí, Esterri d'Aneu, Sort y en varios tramos de los ríos Vallferrera y Flamisell. En la cuenca del Noguera Ribagorzana se han construido encauzamientos con escolleras en el entorno de Pont de Suert, en la desembocadura de los ríos Noguera de Tor y Baliera, en Senet y en Erill La Vall.

En la cuenca del Jalón son muy numerosas las actuaciones de defensa, destacando los tramos canalizados de Alhama, Ateca, Ariza, Calatayud, Morés, Sabiñán, etc. Aguas abajo de Épila son numerosos los tramos dragados. En el Jiloca existen tramos dragados desde Villafeliche hasta Calatayud. Incluso su cabecera, desde Cella hasta los Ojos de Monreal, se puede considerar como una canalización. En el Piedra existen pequeñas defensas y dragados aguas abajo de La Tranquera.

En la cuenca del Garona existen un considerable número de encauzamientos y defensas, destacando los muros de protección de Artíes, Viella y Bossost. Existen también escolleras en Las Bordas, La Bordeta, Bossost, etc.

Además de las actuaciones en los ríos anteriormente mencionados, que se consideran las principales de toda la cuenca, existen actuaciones en bastantes ríos. Destacan, en este segundo orden, los encauzamientos y defensas del Bayas, Ega, Arga, Araquil, Aragón, Arba, Huerva y Aliaga. Por último conviene mencionar una serie de ríos donde se han realizado drenajes, canalizaciones y otras actuaciones de menor cuantía: Nela, Jerea, Omecillo, Zadorra, Oca, Oroncillo, Tirón, Oja, Najerilla, Iregua, Cidacos, Alhama, Queiles, Huecha, Aguas Vivas, Martín, Guadalope, Guadalopillo y Matarraña.

Dentro de los aspectos relacionados con la corrección de los efectos de las avenidas conviene citar las correcciones de torrentes llevadas a cabo en numerosos puntos del Pirineo, destacando las del torrente de Arás en Biescas, en el Flamisell en Capdella, en el alto Ribagorza en Senet, etc. También han tenido efectos muy positivos las correcciones hidrológico-forestales en las ramblas de la cuenca del Jalón-Jiloca. En protección frente a aludes se han llevado a cabo varios trabajos en el Pirineo, en concreto para la protección de la estación internacional de Canfranc y en el balneario de Panticosa.

2.5.7.- Infraestructuras de depuración

A nivel de cuenca funcionan de forma correcta y están en construcción o licitación un total de 91 instalaciones significativas de depuración urbana. La población de hecho de los núcleos correspondientes es de aproximadamente 1.200.000 habitantes, lo que supone un 43% de la población de hecho de la cuenca.

En la mayor parte de las autorizaciones definitivas de vertido se imponen unas limitaciones que obligan a algún tipo de tratamiento por lo que son también numerosas las instalaciones depuradoras en industrias y también en algunos polígonos industriales cuya gestión es municipal en bastantes casos.

Por comunidades autónomas, el estado actual de la depuración urbana sería el siguiente:

- País Vasco. Están en funcionamiento las plantas de Vitoria (350.000 habitantes equivalentes, con proyecto de ampliación) y las de Salvatierra, Ochandiano Alegría y Zuya. Corresponden en conjunto a una población de hecho de unos 216.000 habitantes, lo que supone el 90% del total de la población del País Vasco en la Cuenca. Villarreal (Legutiano) dispone también de un biofiltro, aunque con funcionamiento deficiente.

- Comunidad Valenciana. Según las Directrices y el Plan Director de Saneamiento y Depuración de la Comunidad Valenciana están en funcionamiento las depuradoras de Morella, Forcall y Cinctorres. Les corresponde una población total de hecho de 3.888 habitantes, lo que supone el 72% de la población de la Comunidad en la cuenca.

- Navarra. En la Comunidad Foral de Navarra están en funcionamiento o lo estarán en breve plazo las 33 instalaciones siguientes: Olazagutia Echarri Aranaz, Huarte Araquil, Irurzun, Comarca de Pamplona, (Arazuri, en la actualidad con tratamiento primario, iniciándose en breve la construcción de las instalaciones para el secundario), Eugui, Urroz, Aoiz, Lumbier, Ochagavía, Isaba, Sangüesa, Lezaún, Zudaire y Baríndano, Lerate, Larraga (actualmente solo primario, en breve secundario), Tafalla-Olite (prevista su ampliación), Villafranca, Valtierra-Arguedas, Cortes, Cascante,Ablitas, Fitero, Garinoain-Barasoain, Estella, Alsasua-Urdiain, Lecumberri, Sada, Lerín, Cintruénigo, Corella y Yesa. Existen además unas 300 fosas sépticas en estado mejorable y unas 40 en buen funcionamiento.

La población de hecho correspondiente a las instalaciones significativas es de 355.000 habitantes, lo que supone el 72% de la población navarra en la cuenca.

- Cataluña. En la parte catalana de la cuenca del Ebro hay en funcionamiento 15 instalaciones en los municipios de Tárrega, San Guim de Freixenet, Lleida, Balaguer, Borges Blanques, Cervera, Guissona, Lladecans, Montferrer-Seu d'Urgell, Rosselló y Pobla de Segur, Camarlés, Falset, Santa Bárbara y La Cenia. En construcción están las de Agramunt, Bellver de Cerdanya, Bellpuig, Martinet, Fondarella-Mollerussa, Oliana, Ponts de Suert, Pont, Sort, Tremp, Puigcerdá, Amposta y Tortosa-Roquetes. Serán en total 28 instalaciones que depurarán los vertidos de una población total de hecho de unos 273.000 habitantes, equivalente al 55% de la población de Cataluña en la cuenca del Ebro.

- Aragón. En Aragón, están en funcionamiento las depuradoras de La Almozara y La Cartuja que depuran el 85% de los vertidos de Zaragoza capital y las de Andorra, Calanda, Villanueva de Huerva, Luna* y Monzón (chopera). Los de Pinseque, Leciñena, Monegrillo, Farlete, La Almolda, Bujaraloz, Illueca (lechos de turba), Cadrete, Longares, Perdiguera, Castejón del Puente, Canfranc y Rivas (Ejea de los Caballeros) no funcionan adecuadamente. Ha salido recientemente a licitación la construcción de las depuradoras de Jaca y Sabiñánigo. Las instalaciones en funcionamiento y licitación tratarán el vertido de 640.000 habitantes de hecho, el 55% del total de la población aragonesa de la cuenca.


* Según la síntesis del Avance del Plan de Saneamiento de aguas residuales urbanas de Aragón.


- La Rioja. Son significativas las instalaciones de depuración de Calahorra, Arnedo-Quel, Alfaro (que incluye industrias conserveras), Autol, Nájera, Pradejón, Agoncillo y Santo Domingo de la Calzada. En total llevan a cabo el tratamiento de una población de hecho total de unos 62.000 habitantes, el 23% de la población de Rioja. No obstante, el resultado de la depuración debería mejorarse en todos los casos y en concreto debería ampliarse la capacidad de la instalación de Calahorra. La depuradora de Logroño capital se ha declarado de interés general recientemente.

- Castilla-León. Las depuradoras de Villarcayo y Olvega tratan las aguas residuales de una población de hecho de unos 6.600 habitantes, el 7% de la población de la Comunidad de Castilla-León en la cuenca del Ebro. La instalación de Medina de Pomar no funciona

- Cantabria y Castilla-La Mancha. No hay ninguna instalación significativa.

2.5.8.- Campos de pozos

Existen numerosas captaciones de aguas subterráneas que en determinadas áreas alcanzan concentraciones significativamente altas. No obstante, no debe deducirse que las grandes concentraciones de pozos se correspondan con fuertes extracciones de aguas subterráneas, ya que buena parte de estas infraestructuras son producto de la facilidad de captar el agua, de la sencillez de las obras y del reducido coste económico del aprovechamiento eliminando elementos de transporte.

Ejemplos de ello son los aluviales del Ebro en Zaragoza y en Tortosa, del Gállego entre Zuera y San Mateo, del Glera y del bajo Jiloca. En la primera zona existen alrededor de 1.000 captaciones, que totalizan una extracción de 25-30 hm3/año. En el Gállego destaca la papelera de La Montañanesa, que constituye el aprovechamiento de aguas subterráneas por bombeo de mayor entidad en toda la cuenca del Ebro, con unos 15 hm3/año de demanda bruta. En el Glera existen entre 1.000 y 1.500 pozos, buen número de ellos en desuso. En la zona aluvial del bajo Jiloca, se extraen entre 2 y 8 hm3/año en función de la disponibilidad de recursos superficiales.

Fuera de los ámbitos aluvial o coluvial la perforación de pozos es más costosa y la posibilidad de ejecutar captaciones con éxito es menor. A pesar de ello existen zonas con concentraciones relativamente importantes, como en el alto Jiloca, bajo Jalón (margen derecha e izquierda), zona de Vicfred-Guissona, Plana de La Galera, Gallocanta, Añavieja y cuenca del Huecha.

2.5.9.- Infraestructuras de medida

Interesa mencionar todas aquellas mediciones que afectan al recurso hídrico, tanto en el aspecto cuantitativo como en el cualitativo y cualquiera que sea el estado físico o de ubicación del recurso. Por ello son relevantes las redes de medida que a continuación se señalan.

La Red Meteorológica está constituida por 1.134 estaciones, de las cuales 641 cuentan con medida pluviométrica, 14 con medida termométrica, 452 con medida termopluviométrica y 27 con otras mediciones adicionales. Las estaciones con mayor rango de medida son Pamplona y Zaragoza, con series de datos de más de 100 años. No todas las estaciones están en funcionamiento en la actualidad, ni todas las que están en funcionamiento tienen un período homogéneo de registros.

La Red Oficial de Estaciones de Aforo (ROEA) está constituida a finales de 1993 por 310 estaciones de aforos en ríos, canales y embalses. Las estaciones propiedad de la C.H.E. son 202, de las que 173 controlan ríos, 22 canales y 7 embalses. El resto son fundamentalmente de empresas hidroeléctricas. El período de registro disponible no es uniforme y existen algunos vacíos temporales. Los datos más antiguos publicados corresponden al año 1912.

Desde el punto de vista del control cualitativo del recurso, durante 1993 se procedió a unificar las distintas redes de control de calidad de las aguas superficiales, integrándolas en una única red, la red I.C.A., en la que están agrupadas la antigua red general (C.O.C.A., con 85 estaciones en ríos y canales), la de aguas captadas para abastecimiento de población (C.O.A.S., con 40 estaciones), la de control de las aguas que requieren protección por razón de su riqueza piscícola y las estaciones de control de la C.E.E. También se controla la radioactividad en 10 estaciones y se está desarrollando una red de alerta de la calidad, que permite disponer de vigilancia continua de la calidad de las aguas fluviales en los puntos donde se efectúan las principales captaciones de aguas para riegos y abastecimientos y aguas abajo de las más destacadas concentraciones industriales. Actualmente la red consta de 8 estaciones automáticas de alerta (E.A.A.) y dentro del programa S.A.I.C.A. se instalarán otras 13 nuevas estaciones.

La Red Hidrológica Subterránea dependía del Instituto Tecnológico Geominero de España, utilizándose para la medida de piezometría y calidad de las aguas subterráneas. Se dispone de medidas discontinuas de unos 500 puntos. Recientemente se ha diseñado una red de control de calidad de las aguas subterráneas que consta de 135 estaciones y está en fase de realización la red de control piezométrico.

La Red ERHIN, para la evaluación de los recursos hidráulicos de origen nival, está en funcionamiento en el Pirineo desde 1987. Dispone de 110 pértigas para la medida de altura de nieve en el Pirineo (algunas en Andorra) y 5 pértigas en la Cantábrica. Asociadas a ellas hay estaciones de aforo, con objeto de cerrar cuencas y obtener un modelo de fusión de la nieve.

La Red SAIH (Sistema Automático de Información Hidrológica) está en período final de construcción. El SAIH, como sistema, es una red de telemedida y telecontrol que proporcionará datos hidrológico/hidráulicos para la toma de decisiones en tres aspectos fundamentales:

- El seguimiento de las avenidas a efectos de prevenir y minimizar daños.

- La gestión global de los recursos hidráulicos, a efectos de optimizar su asignación y explotación.

- La vigilancia de los niveles de contaminación de las aguas de los ríos y canales.

Para conseguir estos objetivos, se han distribuido por toda la cuenca 64 estaciones en embalses y azudes, 116 estaciones de aforos de ríos, 114 estaciones de aforo de canales, 6 estaciones para medida de calidad, 1 estación climática y 163 estaciones para medida de lluvia y/o nieve. De ellas, 53 son instalaciones únicamente con este fin y el resto se encuentran integradas en estaciones de embalses, ríos o canales.

En 1974, comenzaron a funcionar, a iniciativa de la D.G.O.H. y de modo experimental, nueve puntos de control de sólidos, de los cuales, cuatro de ellos tenían estación hidrométrica permanente y los otros cinco sólo tenían datos de los días en los que se realizaban los aforos. Las estaciones de muestreo se localizaban en el río Guadalope en Caspe, el Cinca en Fraga, el Segre en Aytona y el Ebro en Gelsa, mientras que las restantes se situaron en el río Martín en Escatrón, el Matarraña en Nonaspe, el Algas en la Ctra. Batea-Nonaspe y, por último, el Ebro en Ascó.

A partir de 1976, los datos de aforos de sólidos en suspensión se fueron recogiendo, paulatinamente, en la red foronómica de la Cuenca.

En la actualidad, la Red ICA de la Cuenca del Ebro tiene 174 puntos de muestreo de calidad del agua en los que, además de otros parámetros, se mide la cantidad de materia en suspensión existente. Sin embargo, todavía no se recogen ni la cantidad de materia sedimentable ni la de sólidos gruesos procedentes, tanto de la erosión y arrastre del propio cauce como de los vertidos que se realizan (y que debieran estimarse, para este último caso, según indica el Reglamento del Dominio Público Hidráulico.

2.5.10- Infraestructuras de uso recreativo

El uso recreativo se desarrolla en infraestructuras construidas exclusivamente para dicho uso o subsidiariamente en aprovechamientos construidos con otra finalidad principal.

La infraestructura con fin exclusivo recreativo-deportivo más significativa está en Seo de Urgel. Se trata de unas instalaciones de aguas bravas que fueron utilizadas en la Olimpíada de 1992. Por otra parte, los descensos de ríos en sus diversas modalidades utilizan infraestructuras que en general son poco relevantes. El caso más característico son las instalaciones de rafting en el Noguera Pallaresa y Ara y de descenso de barrancos en el Vero y en la cuenca del Alcanadre

Las estaciones de esquí utilizan el recurso hídrico en su fase sólida y, de forma reciente, en las instalaciones de innivación artificial. Las estaciones de esquí son las del Alto Campóo, Lunada, Astún, Candanchú, Formigal, Panticosa, Cerler, Baqueira-Beret, Espot, Super Espot, La Molina, Masella, Valdezcaray, etc. La innivación artificial está utilizándose o está prevista su utilización en todas las estaciones aragonesas, en Baqueira-Beret, Bohï-Tahull, Alto Campóo, etc.

También hemos de mencionar las pistas de esquí de fondo que se marcan en la cuenca. Son bastantes numerosas, aunque debido a la escasa infraestructura que necesitan y a la irregularidad de la nieve, no todos los años funcionan. Podemos destacar las de Belagua (Navarra), Linza, Lizara, Gabardito, Candanchú, Balneario de Panticosa, Fanlo del Valle de Vió, Pineta y Hospital de Benasque (Huesca), Pla de Beret, Port del Compte, Aránser, Lles, Tavescán, Bonabé, Sant Joan de L´Erm, Tuixent-La Vansa (Lérida) y La Molina (Gerona)

Los campings y lugares de acampada están generalizados en las cabeceras de la mayor parte de las cuencas de la margen izquierda y en algunas de la margen derecha, en parajes donde el recurso hídrico es un aliciente adicional a las características del entorno natural. También el recurso hídrico es un elemento primordial en los Parques Nacionales, Parques Naturales y demás figuras protegidas, así como en otros puntos singulares (por ejemplo, el Monasterio de Piedra)

Los Balnearios, muy numerosos en la cuenca, tienen su base en el recurso hídrico que, en general, no pertenece como tal al dominio público hidráulico.

2.5.11- Trasvases

Son numerosos los trasvases internos entre subcuencas de la cuenca del Ebro. Algunos de ellos data desde antiguo, como el trasvase Flumen-Isuela, anterior al año 1700. También datan de antiguo los trasvases entre la cuenca del Ebro y otras cuencas, quedando vestigios del trasvase que en tiempo de los romanos existió entre las cabeceras del Guadalaviar y Jiloca. En la actualidad hay ocho trasvases externos a otras cuencas, que se describen a continuación.

  1. El trasvase Ebro-Besaya data de 1982 y es reversible. Comunica el embalse del Ebro con las cuencas del Saja-Besaya en el Norte. Tiene por objeto la mejora de disponibilidad del abastecimiento urbano e industrial de la comarca de Torrelavega.
  2. El trasvase del Alto de Tornos, en cabecera del Cerneja (Nela), tiene por objeto el abastecimiento de pequeñas poblaciones de la cuenca del Norte en Santander. Es de muy escasa entidad.
  3. El trasvase Cerneja-Ordunte está ubicado también en el río Cerneja, en la Merindad de Montija. Trasvasa caudales al embalse de Ordunte para el abastecimiento al Gran Bilbao. Empezó a funcionar en 1961.
  4. El trasvase Zadorra-Arratia, ubicado en las cabeceras del Zadorra, trasvasa caudales a la cuenca del Norte, turbinándolos en el salto de Barazar y utilizándolos para el abastecimiento al Gran Bilbao.
  5. El trasvase Alzania-Oria está situado en la cabecera del Alzania, afluente del Araquil, y tiene pequeña entidad. Inició su funcionamiento en 1927, con el objeto de producir energía eléctrica, utilizándose también el agua con fines industriales y actualmente existen concesiones de abastecimiento.
  6. El trasvase Carol-Ariége está situado íntegramente en territorio francés, y aprovecha hidroeléctricamente de los caudales regulados en el Lago Lanós, en el río Carol. Los caudales trasvasados desaguan a la cuenca del Ariége, devolviéndose anualmente a menor cota los volúmenes trasvasados.
  7. El trasvase Ciurana-Riudecañas está situado en el río Ciurana en la provincia de Tarragona. El agua se usa para fines agrícolas y urbanos en la comarca de Reus
  8. El trasvase Ebro-Campo de Tarragona es el más reciente. Su objeto es el abastecimiento urbano e industrial de la zona del Campo de Tarragona, con un suministro de unos 42 hm3 en 1993.

De la cuenca del Duero (Araviana) se suministra a Olvega, siendo éste el único trasvase superficial no reversible que aporta recursos a la cuenca